Nuevamente, las inclemencias del tiempo se posaron sobre Buenos Aires y alrededores en un fin de semana. Desde ayer, la lluvia se instaló y parece que no se quiere ir por un buen rato. El futsal viene sufriendo los inconvenientes provocados por el agua, ya sea suspensiones por cancha húmeda, goteras y escasa afluencia de público. Este domingo amaneció con esa tendencia, por eso, el interrogante quedó flotando otra vez: ¿cuánto afectará el agua esta vez? Esperemos que nada...
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