Pero, si desde allí buscas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, lo encontrarás. Deuteronomio 4:29.
Una señora evita cruzarse con un gato negro por la calle; un estudiante cruza los dedos mientras espera el resultado de un examen; un hincha de fútbol se pone la misma ropa que el partido anterior, porque ese día, su equipo ganó... La gente necesita creer en algo superior, aún cuando no entiende bien en qué... Cuando creó al ser humano, Dios le puso ese sentimiento en el corazón. Y además le dijo: yo soy ése ser superior al que en todo momento buscas, aún sin darte cuenta. Sin embargo, elegimos no darle bolilla y seguir buscando en otros lugares mientras él sigue esperándonos para colmarnos de bendición. Pero su paciencia tiene un límite. Tratemos de no demorarnos en ir a su encuentro.
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