septiembre 03, 2018

¿TE ACORDÁS, HERMANO?



Un recuerdo del primer campeonato ganado por River: el de 1991. Como curiosidad, cabe mencionar que el torneo tuvo sólo ocho equipos y River derrotó a Boca en la final. El campeón posa con la copa en un Monumental lleno. Parados: Luis Almirón, Fabián Romano, Omar González, Carlos Fernández, Juan José Casanovas, Daniel Dichiaro, Diego Antolini, Alejandro Rocha y Andrés Díaz. Hincados: Claudio Frino, Fabián Socorro, Carlos Rago, Carlos Boccicardi y Gustavo Ahumada. 
Esta es la nota que le hiciéramos a uno de los protagonistas del título "millonario" para el libro "20 años de Futsal en la Argentina". 
 
CARLOS BOCCICARDI: “NI YO SE COMO ENTRO ESA PELOTA”
El primer campeonato ganado por River tuvo connotaciones de hazaña. El hecho de haber sido Boca su vencido y que la segunda final haya sido disputada como visitante, le dieron al título millonario un sabor heroico. Carlos Boccicardi, que convirtió cuatro de los seis goles de su equipo, fue la figura insuperable de aquel superclásico, al cual River no llegaba como favorito. Por eso, mediante un detallado monólogo, recrea aquella noche que jamás olvidará: “El partido de ida lo empatamos, pero para nosotros fue casi como haber perdido. En el vestuario hubo una discusión entre Frino y Fito Fagúndez, nuestro técnico, y él ahí mismo renunció. Un par de días después se lesionó el Facha Socorro en una práctica y quedó afuera de la revancha. Lo reemplazó Diego Antolini, que todavía era un arquero con muy poca experiencia. Al no tener técnico, se habló con los dirigentes para que el equipo lo manejaran los muchachos de más experiencia, como el Chino Díaz, Fabián Romano y Cacho Rago. Por todo esto íbamos a La Boca de punto. Poca gente creía en nosotros. El partido fue en La Bombonerita, que estaba repleta de hinchas de Boca. De River no había casi nadie. El calentamiento previo lo hicimos en una cancha de vóley. La gente nos decía de todo. Peor a mí, que me había puesto una vincha fucsia que me cubría toda la frente. Pero me encantaba que me insulten. Más lo hacían, más me agrandaba. Empezó el partido y ¡pum!, gol de ellos. Las cosas seguían pintando feas,  había olor a goleada. Pero nuestro arquero comenzó a ser figura y los demás, a despertarnos. Hasta que yo engancho una pelota en mitad de cancha, le doy al arco y empato. Unos minutos después, la recibo cerca del córner, me sale el Tola Artero y con ángulo muy cerrado se la pongo arriba, en el segundo palo. Es el día de hoy que ni yo entiendo cómo hice para meterla desde ese lugar insólito. Los seguimos peloteando y además hice otros dos goles. En un momento llegamos a estar 5 a 1. Pero Boca reaccionó y se puso 5 a 4. El partido se hizo dramático y por culpa mía, se suspendió por unos minutos. Resulta que el  público estaba tan cerca de la línea, que en una jugada me tropiezo con los pies de un tipo y me caigo. Me quedé un rato en el suelo, haciendo como que me habían pegado. Al tipo se lo llevó la policía. Me tiraban de todo, hasta un frasco grande de schampóo me cayó. Al final terminamos ganando 6-5 y Romano erró un penal. Yo tenía una bronca bárbara porque quería patearlo. El clima estaba espeso pero dimos la vuelta igual, desafiando a algunos que venían a cruzarse. Después, las imágenes salieron en Fútbol de Primera”. A partir de aquel glorioso día, Boccicardi se afianzó en la primera de River. Jugó allí hasta 1995 y regresó en 2002, para ganar el Clausura. Hacía once años que los Millonarios no eran campeones. El protagonista de esta nota, era el único jugador que estuvo presente en ambos acontecimientos.

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