-Ya está, soy jugador de El Porvenir. Este martes empecé a entrenar.
-¿Qué impresión te llevaste?
-Excelente. Me pareció un lindo grupo. A algunos chicos, como Souto y Poggio, los conocía por haber jugado en contra.
-¿Qué vislumbrás para El Porvenir en este campeonato?
-Que vamos a pelear arriba. Tenemos muy buen plantel.
-¿Y vos cómo estás?
-Futbolísticamente, bastante bien. Había dejado todo, pero hace un mes empecé a jugar en el barrio unos campeonatos por plata, y eso me vino bárbaro. De jugar al fútbol, no te olvidás así nomás.
-¿Y físicamente?
-Ahí me falta. Hay que tener en cuenta que estuve cinco meses sin hacer nada. Pero en dos o tres semanas me voy a poner a punto.
-¿Qué pasó en Boca?
-No me tuvieron en cuenta y eso me desmoralizó. Por eso antes de fin de año decidí largar todo.
-¿No estabas en los planes de Meloni?
-En el verano pasado Christian me dijo que sí me iba a tener en cuenta. Pero después no me puso nunca. Igual, ya está, no le guardo rencor. Al contrario, le estoy agradecido.
-¿Cómo?
-Sí, porque habló con Oscarcito Ríos para que me pueda ir a préstamo. Yo pensé que sería difícil, pero al final no pusieron trabas y estoy feliz porque se realizó la transferencia. El año pasado me quiso Villa Modelo pero pidieron un montón de plata y quedó en la nada. Ahora, por suerte, fue distinto.
-¿La de El Porve fue tu única posibilidad?
-No, me llamaron como mil clubes. Al que le tengo que agradecer especialmente es a Estrella de Boedo, que insistió muchísimo. No llegamos a un arreglo, pero fueron los que más fuerza hicieron. Después, apareció El Porve y me volvieron las ganas de seguir jugando.
-¿A quién más te gustaría agradecerle?
-A Dios, a mis amigos, a mi familia... Me bancaron en momentos complicados, en los que no quería saber más nada con el futsal.
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