Juan Cruz Freijó, de SABER (el segundo desde la izquierda) junto a sus compañeros de subcomisión: Alberto, Daniel y -su papá- Gustavo.
Para Juan Cruz Freijo el crecimiento no se detiene. Hasta hace tres años actuaba para SABER en la liga LAFA. Luego fue adquirido por Atlanta, para actuar en la Primera C de AFA y a la temporada siguiente, debutó en el círculo privilegiado con el buzo Estrella de Boedo. En 2017 llegó a lo máximo hasta ahora: la adquisición por parte de Ferro y una convocatoria a la Selección.
“Estoy muy contento este presente en Ferro y por la citación a la Selección, ojalá se pueda seguir con el proyecto”, dice, ilusionado con la continuidad en el arco verdolaga: “Este año se dio de manera repetina. Me llamó el presidente del futsal, Matías Velásquez, y arreglamos. Ferro es un club de primer nivel, algo muy difícil de conseguir hoy en día en la Argentina”.
A propósito de su ascendente carrera, opina: “Cuando dejé jugar en cancha de once me propuse que era al futsal hacia adonde tenía que dirigir mi carrera. Sabía que era difícil encontrar un nombre en la actividad, pero bueno, con la fuerza de voluntad que uno tiene y las ganas de aprender, las cosas se van dando”.
Freijó hizo inferiores en Boca y Platense, y actuó en Colegiales y Yupanqui a nivel profesional. Luego, debió dejar por una lesión y con su papá Gustavo se dedicó a armar el futsal en SABER, la entidad que lo había cobijado en el baby fútbol. Después de darse el gusto de atajar en campeonatos de liga, le llegó la oportunidad de Atlanta. “Me puso muy feliz el ascenso de este año -señala, en relación a la vuelta de los Bohemios a Primera B-. Lo fui a ver varios partidos, incluso el último con Franja. A los muchachos que están con la actividad les tengo un gran aprecio”.
También se refirió a Estrella, que debió digerir el trago amargo del decenso: “Eso fue algo fuerte, pero Estrella es un club muy ordenado, que hace las cosas bien. Un club de barrio que a mi entender es el más grande de Boedo. La gente lo sigue, lo alienta, tiene un sentido de pertenencia muy grande. No tengo dudas de que pronto tiene que estar volviendo”.
Al hablar nuevamente sobre la campaña de de su actual equipo, afirma: “Se podría decir que hay satisfacción por haber avanzado hasta los playoffs, aunque uno siempre quiere más... Fue un plantel con mucha jerarquía pero casi nuevo. Si en 2018 se logra mantener la base podemos estar para más”.
Acerca de SABER, que en la última fecha eludió la desafiliación, sotiene: “Fue un año dividido en dos. Quizás no muy bueno a nivel primera en lo deportivo, pero en constante crecimiento en inferiores: en cantidad, calidad y sentido de pertenencia. Cada día estamos mejor desde lo organizativo. Ojalá podamos seguir creciendo teniendo en cuenta que todo es fuerza de voluntad. Se sufrió pero hay que agradecerles a los chicos, que dejaron muchas cosas de lado para acompañar el proyecto. En el caso de algunos jugadores llegó el tiempo de cambiar de aire. Estamos en busca de tener un 2018 más tranquilo para en 2019 tirarnos directamente al ascenso”.
Freijó es el coordinador de todo el futsal en la entidad de Parque Chas. “Junto a mi viejo Gustavo, Alberto y Daniel integramos la Subcomisión. Ellos se encargan de lo administrativo y de que no les falte nada a los chicos ni al plantel superior. Es para sacarse el sombrero, lo hacen ad honorem y porque quieren al club, para mi es un placer trabajar con ellos”.
En estos días, la dirigencia se encuentra abocada a la contratación de un nuevo DT, pues Fabián Ocanto se desvinculó previamente a la finalización del torneo: “Estamos a la búsqueda, y por ahora, medio complicados con ese tema. Pero no tenemos apuro. Sabemos que la vara está muy arriba, las pretensiones económicas de los técnicos son altas. Lo mismo sucede con los jugadores. Es muy complicado traerlos a la D”.
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