El sábado 16 de diciembre, recibían el diploma de egresados de la Escuela de Técnicos ATFA Futsal. El domingo 17, participarán de una gran final. No siendo parte del mismo partido, pero sí en el mismo estadio: el de Villa La Ñata.
En primer turno, Juan Ignacio Palazzi, jugador de la UAI Urquiza, enfrentará junto a su equipo a El Talar, por el ascenso a Primera División.
A continuación, Alamiro Vaporaki, jugador de Boca Júniors, se medirá al igual que sus compañeros ante Kimberley, por el título máximo de la división superior.
Por eso, este día ha sido especial para ambos, ya que los encontró en la vigilia de un domingo trascendental. Mientras tanto, disfrutaron de una alegre y emotiva jornada en la que como todo su curso, fueron distinguidos luego de dos arduos años donde tuvieron la responsabilidad de asistir cada sábado por la mañana a clases teóricas y prácticas. En 2016, en el Instituto Romero Brest; en 2017, en Comunicaciones.
Cuando los reunimos para la nota, Palazzi dijo, orgulloso: “Para mí es un honor compartir la foto con un campeón del Mundo”, dado que Vapo integró la Selección Nacional que le dio a la Argentina su logro más grande de la historia. A sus lado, el boquense, humilde como es, se sonrojó y agradeció la frase de su compañero de curso.
Lo que acaso muchos no sepan, es que el menor de los hermanos Palazzi, también vistió la albiceleste. Lo hizo hace 15 años, como miembro del Sub 20 que viajó al Sudamericano de 2002. En ese entonces, Vaporaki era un casi desconocido que -todavía apostando al fútbol de campo en Estudiantes- daba sus pasos iniciales en el Futsal AFA actuando para el Yupanqui dirigido por Cristian “Maranga” Rodrñiguez Peratta.
El tiempo pasó y cada uno hizo su camino: Juani mayoritariamente en Franja de Oro, club que lo identifica, lo mismo que a toda su familia. Alamiro, ya volcado de lleno al futsal y pieza vital de las más importantes instituciones de la actividad. Actividad que finalmente los unió. Y aunque no fue en un plantel sino en un aula, no hay dudas de que han sido parte del mismo equipo, pues compartieron objetivos en común y consiguieron su diploma después de horas y horas dedicadas al deporte.
Por si esto fuera poco, mañana volverán a encontrarse en una cancha, esta vez, con la pelota como dueña exclusiva de sus ilusiones futsaleras.
ATENCIÓN: En breve, todas las fotos de la jornada, con distinciones a cada estudiante inclusive.
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