enero 27, 2023

CUANDO NUESTRO DIRECTOR NO HABLA DE FUTSAL

TORNEOS Y COMPETENCIAS

Un concurso de belleza, un programa de preguntas y respuestas, una carrera de autos, un campeonato de fútbol... La sociedad nos propone constantemente planes de diversión donde el que gana es el que festeja. El resto, en cambio, difícilmente pueda superar una sensación de frustración. Con tantos eventos de este tipo, el mundo nos lleva a medir fuerzas en todo momento y lugar. A veces no medimos fuerzas en concursos, pero, ¿en la escuela no se compite entre compañeros por las mejores notas? ¿En el trabajo no se compite ferozmente para conseguir el mejor puesto?

Esta manera de vivir genera entre nosotros una comparación constante, aún sin darnos cuenta, con la gente que nos rodea. Y de no estar preparados podemos llegar a frustrarnos mucho si creemos no estar a la misma altura de los demás. Esta brutal competencia ha sido ideada por la mente del ser humano que todo el tiempo -tal vez de manera inconsciente- crea una escala de valores de acuerdo a polémicos parámetros, porque a menudo, la persona “superior”, es la que más bienes materiales tiene, la de físico más atlético o la de notas más altas en el colegio.

Para conservar una buena salud mental tratemos de darnos cuenta de este principio con el que se maneja el mundo. Aunque queramos, no vamos a poder cambiarlo. Pero en lugar de frustrarnos cuándo aparentemente alguien es “mejor” que nosotros, confiemos en el único para el que verdaderamente somos todos iguales. Dios no hace acepción de personas. Sigamos Sus enseñanzas, obedezcamos Sus instrucciones. Y si nos desanimamos ante la competencia despiadada que nos rodea, recurramos a Él para conseguir la paz que necesitamos. 

Un sustento bíblico:

(Dijo Yeshúa –Jesús-): Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo. Juan 16:33.


No hay comentarios: