Hace algunos años, Jorge Rossi mostraba una bandera cada vez que convertía un gol para Argentinos Júniors. Hoy, en 17 de Agosto, cuenta que sigue siendo un hombre de fe. Y, sin pasar por alto al futsal, habla en profundidad de temas muy vinculados a su vida personal.«Este será mi año», dice Jorge Rossi. Una enorme confianza lo conduce a realizar semejante afirmación. Pero el jugador de 17 de Agosto no sólo tiene fe en sí mismo: «CON CRISTO ESTE ES UN AÑO DE VICTORIA», enfatiza. Y a través de esa frase, se anima a profundizar en algo que lleva muy adentro de su corazón: «Soy cristiano, que se significa seguidor de Cristo. A los diez años vi la mano de Dios en mi familia y a los quince tuve una experiencia muy linda. No se explica pero sentir el abrazo de Jesús no se compara con nada. A partir de ese momento mi vida nunca más fue la misma. Luego hubo momentos buenos y malos pero nunca Dios me soltó. Al contrario, yo lo solté a El. Y este año tomé un compromiso con Dios; arranqué con nuevas experiencias. ¿Cómo te explico? Ese fuego que siento ahora mientras te contesto estas preguntas... Dios existe y el que lo busca lo encuentra».
«Mi fe nació a raiz de la necesidad de buscar algo llamado paz, amor... y poder encontrar una identidad. En mi vida esa identidad me la marcó Dios con su abrazo. Se lo recomiendo a todos. Cuando estén mal y no sepan a adónde ir hablen con Dios, con Jesús, que tiene las respuestas a todas las preguntas».
«Esto me ayudó a dejar malos hábitos, a saber que sin El no hay vida. A ser mejor persona y a estar en esas cosas como el oir, un hombro, un abrazo, no ser falso... Cuesta pero de su mano todo lo que hago es mas fácil. Siempre Dios te da la salida a todos esos laberintos que la vida te pone. Con Dios ganás seguro y no hablo de un partido sino de la tranquilidad de saber que todo lo que hagas mientras seas de parte de Dios te va a salir bien y el resultado siempre es el éxito y la paz. Dios nos ama a todos y nos espera con los brazos abiertos».
Cuando estaba en Argentinos, Rossi le dio a conocer al público su fe mediante una bandera que sacaba cada vez que hacía un gol. «Jesús es amor», decía. A pesar de eso,
sostiene que nunca intentó inculcarle su creencia a sus compañeros en el futsal. «Con el ejemplo basta y sobra. Respeto mucho las religiones y las creencias de cada uno. Aunque para quien busque eso que yo encontré, que es ver el sol más allá de la tormenta, yo seré el puente. Pero no soy fanático ni cerrado. Uno tiene que saber hablar cuando es el momento».
«Logré con la ayuda de Dios un sueño que tengo. Lo logré en Argentinos: poder orar junto al grupo antes de cada partido. Me gustaría repetirlo este año. Orar es hablar con Dios y pedirle que nos cuide de todas las lesiones. Y si está en sus planes, que nos regale un penal (risas). El pastor Rossi me decían Y en el partido por ahí me sacaba y puteaba por la adrenalina, y más de uno me decía: qué boquita pastor. Pero ninguno me lo dijo de mala leche».
«En mi vida personal estoy en un proceso de cambios, dejé una vida para empezar a vivir otra con Cristo. Mi señora y yo estamos por irnos a vivir juntos con mi hija Michela, que tiene 6 años y es la mujer de mi vida. Con mis amigos estoy muy bien, cambiando esas cosas que me hacían mal, como faltar a la palabra y no ser responsable. Mi familia me ve distinto, tengo una gran relación con ellos».
«Este año me reconcilié con el Señor. Me mostró que no me deja solo y que sólo con El obtengo lo que quiero: ser feliz y mejor persona. Jesús es amor, dice la bandera y esa frase está en mi corazon siempre. Es una manera de agradecerle a Dios por todo lo que hizo, hace y hará en mi vida. Le dejo a la gente del futsal este mensaje. 1) Dios nos ama. 2) Al que cree en Dios todo le es posible. Y 3) con Cristo tenemos la victoria seguro... en la vida».
A continuación, se refirió a la actualidad de 17 de Agosto. «Lo veo muy profesional al grupo, muy comprometido igual que al cuerpo técnico y los dirigentes. Estamos encaminados para la gloria. Nos estamos preparando. Este año vamos a hacer una buena campaña. 17, de a poco, está para cosas grandes. Adrián y Sergio Costantino nos brindan todo y eso hace que 17 crezca. Tenemos jugadores como el Mudo (Banegas), Appollonio, Nacho (Caviglia), Ale Artimowicz, Dieguito Guagliardi, Bonvín. Son gente de mucha experiencia acompañados de los demas, todos muy buenos jugadores.... Y encima el mejor preparador fisico que tuve: el Bambino Lombardini es una motivación extra».
«Este es mi año, me estoy esforzando al máximo para demostrar que si uno se propone dar lo mejor los resultados son exitosos, más alla de las adversidades que tiene esta diciplina. Soy consciente que lo bueno y lo malo que pase en mi vida con respecto al futsal depende exclusivamente de mí. Estoy perfeccionándome en la responsabilidad, el cumplimiento y sobre todo, el compañerismo, lo más importante. Me ayuda mucho el Bambino, es mi guía, es como mi papá del futsal».
«Juan Llorens es muy buen técnico, sabe, trabaja y es muy atento a esas cosas que muchos dejan pasar por alto. Adrián (Costantino) buscó lo mejor para Agosto y no se equivocó. Igual, todo se va a basar en los resultados, así es esto. Si ganás sos bueno; si perdés no sos tan bueno. Pero los resultados van a ayudar y a demostrar que Juan es muy buen técnico. Yo me siento muy cómodo y quiero aprender de su potencial».
«Me resulta muy alentador que hayan venido tantas figuras, son todos buenos jugadores y buenas personas. Estoy tranquilo porque el grupo pinta para bien. Es una motivación en lo personal. El día que piense que no estoy para jugar a cualquier nivel dejo el futsal. Estoy muy confiado en mis virtudes pero siempre trabajando en mis falencias. Siento que estoy para lo que el técnico me necesite. Y si no juego haré los asados, de alguna manera seré util (risas). Si me toca estar, intentaré dar lo mejor».
«En mi juego, la marca es algo a mejorar ya mismo. Antes no marcaba a nadie, ahora por lo menos estoy más atento, pero eso me faltaría. También, levantar la cabeza a la hora de definir, a veces llega gente al segundo palo y ni la veo. Esas dos cosas son lo que me van a dar la posibilidad de crecer y jugar en la Seleccion. Mi sueño es volver a ser convocado y demostrar mis dones»
En la semifinal del Apertura, Rossi se quedó afuera del partido con Pinocho. Fabián López lo marginó del plantel por haber llegado tarde. Hoy, se acuerda del tema con una sonrisa. «Sííííí... fue injusto, pero gracias a eso ahora soy el primero en llegar. Me dolió pero me enseñó algo: vos cumplís y todo va a salir bien. Esa no fue mi peor amargura sino cuando me rompí el ligamento y estuve dos años parado. Esa situación de no jugar queda para la anécdota nada más. Y lo que aprendí gracias a Fabián, que priorizó el grupo por sobre todo y eso me enseñó a ser mas responsable».
