Condujo a la Verona en Italia. Pero dice que sufrió mucho y aquejado por algún problema de salud, evalúa la chance de quedarse en el país. Recién llegado del calcio, el ex técnico de la Selección y de 17 de Agosto, dialogó con La Voz del Futsal sobre varios temas.
SU HIJO FRANCISCO. «Paqui está muy contento en Kimberley. Lo recibieron bárbaro. Vivió intensamente la experiencia de la Copa. Tenía tantas ganas de viajar que lo hizo a pesar de que en San Telmo (donde juega en la quinta división) no lo dejaban. Después le terminaron dando el
permiso por tratarse de un torneo internacional».
SIETE MESES EN EL CALCIO. «Llegué hace unos días y recién me estoy acomodando. Todavía no sé si volveré a Italia. Las últimas veces que me fui, lo hice más por necesidad que por elección. Me sirve económicamente, pero se sufrí un montón porque fueron casi siete meses en los
cuales no vi a mis hijos. Mi mujer me acompañó al principio pero luego volvió al país. Se me hizo muy difícil».
ANGUSTIA A LA ITALIANA. «Un día mío en Italia era muy rutinario: levantarme, hacerme el desayuno solo, entrenar, volver a casa, a la tarde entrenar otra vez... A la noche tenía la computadora, la tele por cable, pero me faltaba la compañía. Ni siquiera el perro debajo de la mesa estaba...»
FUTBOLÍSTICAMENTE HABLANDO... «Me fue bien. El Verona de la Serie A2 es bastante importante. Lo agarré noveno y terminamos perdiendo los playoffs en semifinales. Bastante bien, aunque había expectativas de ascender y no se dio. Quedó una buena relación con la gente de allá y hay posibilidades de volver, pero veremos más adelante. Los argentinos del Verona eran José Abraham y CristianBresciani. Anduvieron muy bien los dos».
CON LA SALUD NO SE JUEGA. «Tenía que operarme de una hernia, algo normal. Pero al hacerme los análisis me aparecieron valores muy altos en el azúcar en la sangre. Estoy un poco preocupado por esto. Ahora tengo que cuidarme y seguir el tema de cerca. Esto también es lo que hace que quizás me quede en la Argentina».
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