octubre 29, 2016

"SI EN LA AFA NO TENÉS UN PADRINO, NO LLEGÁS A NINGÚN LADO"


Los que están en futsal desde hace al menos ocho años seguramente lo recordarán. Cristian Sanmartino era uno de los tantos árbitros de un plantel que de a poco se fue desintegrando. Tanto, que en la actualidad, son muy escasos los hombres de negro que sobreviven en nuestra actividad desde la década pasada. Sin embargo, el protagonista de esta nota se reinsertó en el ambiente. Desde la función de “papá”, pero se reinsertó al fin. En 2016, debutó en ese rol acompañando a su hijo Diego, jugador de la sexta de GON, la categoría del club de Boedo que más puntaje sacó durante el año. De hecho, está peleando la punta de su división. Sanmartino, como sucede con tantos papás, de vez en cuando deja de ser un simple espectador y colabora con su club en diversos asuntos. Es así que los viernes suele concurrir a AFA a retirar la pelota. En ese ámbito, conversamos con él. Y nos comentó todo esto:
“Mi pibe juega en GON desde el baby fútbol. Cuando entramos en AFA siguió en el club. Sólo juega al futsal. No somos partidarios de que además lo haga en cancha de once ni en otros campeonatos. Lo principal es que no descuide el estudio”.
“El puntaje de la primera es bajo y lamentablemente no sabemos si conseguiremos mantener la categoría. Ojalá que sí. También esperamos que se haga la divisional D. De lo contrario mi hijo tendrá que pasar a otro club”. 
“A los que argumentan que la D no se puede hacer por falta de árbitros, les doy una solución: que la AFA contrate otra vez –sólo para dirigir futsal- a todos los que por razones de edad y otros temas tuvieron que irse en los últimos años. Hay un montón. Sólo es cuestión de que tengan la voluntad de llamarlos”. 
“A mí me echaron en 2008. Me fueron haciendo a un lado, hasta que me mandaron el telegrama de despido. En los últimos tiempos prácticamente no me daban partidos. Por ahí me designaban para futsal o para algún un partido de inferiores, en el Interior. Entre ida y vuelta, perdía dos días. Así no me servía. Mi laburo era el de taxista, que es el que sigo haciendo hoy en día. Así que si me mandaban al Interior perdía horas muy importantes de trabajo. Y yo no vivía del arbitraje. Esto lo hacía por pasión, no por la plata”. 
“Hubo un momento en que me di cuenta que en la AFA no tenía futuro. No subía. Estaba estancado. Acá, sin un padrino, no existís. Y yo nunca lo tuve. Por eso me fueron relegando. En cambio, hay algunos compañeros que sí los tuvieron y los siguen teniendo. No voy a dar nombres, pero hace poco fui a ver un partido del Nacional B. Uno de los asistentes tenía una panza que le empezaba abajo del cuello. Es uno de los asistentes de más renombre. También dirige en Primera. Desde que dejé de dirigir no hice más nada y engordé ocho kilos. Pero al de este compañero, yo estaba flaco. Esa es apenas una muestra de cómo manejan el arbitraje en la AFA”.  

FOTOS: a la izquierda, cuando dirigía futsal, en una imagen de 2005. Arriba, en su actual función de delegado de GON.

No hay comentarios: