De a poco, Vélez se suma a la lucha por los puestos de vanguardia en la Zona 2 de Primera D. Hasta el momento (tras el triunfo con Almagro) acumuló cuatro triunfos y dos empates, y se ubica a cuatro puntos de Primera Junta, el líder absoluto de la zona. Su técnico, Javier Arce, conversó con La Voz del Futsal:
“Uno se sorprende por la magnitud que tomó el futsal en Vélez. Estoy contento por el apoyo que tenemos de la comisión, tenerlo desde la cúpula es muy importante”.
“Llegué al club por un llamado de Jhony Deslarmes. Yo estaba de vacaciones y me preguntó si tenía ganas de volver al futsal. Le contesté que dependía en qué lugar. Cuando supe que era Vélez, le dije: ‘Dale para adelante que arrancamos’. Después me llamó Lionel Leiva, el presidente de la disciplina. Presentamos un proyecto y se decidieron por el nuestro. Por ahí sirvió que el Chino Cabral era conocido de Leo desde hace muchos años. Ahora estamos disfrutando del momento”.
“Además del Chino y Jhony -que es ése actor que está detrás de escena-, trabajamos junto con Damián Cáceres y de cuarta a promocionales están Claudio Fernández, Cristian Lema, Alan Abramo... El manager es Tobías Bringas, que junto con Martín Míguez corren para todos lados y están tirando la actividad para adelante”.
“Mi último paso por el futsal de AFA fue en Alvear en 2012, con Alejandro De Nicola como coordinador. Después dirigí en cancha de once a un club de la colectividad y ahora, siempre en cancha de once, estoy con las categorías infantiles de Alvear”.
“En realidad del futsal nunca me alejé. Iba seguido a ver partidos. De esto te atrapa la adrenalina, la dinámica, todo. Nunca te podés ir... Por eso también estuve colaborando con la gente amiga de Juventud de Ciudadela y en la Liga LAFA dirigí a un club de mi barrio”.
“Con Vélez estamos yendo de menor a mayor. Arrancamos tarde la pretemporada y sabíamos que nos costaría en las primeras fechas. Después nos empezamos a soltar más. Los chicos empezaron a asimilar los partidos, y ya comenzamos a ver algo de lo que pretendemos con el profe Álvaro Estrella, que es admirable cómo trabaja”.
“El armado del plantel fue una locura. En una semana nos encontramos con 815 chicos con edad de primera con intenciones de probarse. Algunos jugadores salieron de esas pruebas, otros habían quedado libres de sus clubes y cuando se enteraron que yo era el técnico, me preguntaron si podían venir. Les aclaré que entrenaran, pero sin prometerles nada. Hay otros que por recomendaciones también se sumaron y se ganaron su lugar... Lo importante es que se armó un grupo muy fuerte”.
“¿Si me veo en la pelea por el ascenso? Hay que estar tranquilos. Es lo que les digo a ellos: se necesita seguir con la cabeza fría, tener mucha paciencia, humildad y hacer las cosas bien para estar en lo más alto. Debemos ser realistas. Nuestro esfuerzo tiene que ser al cien por ciento”.
“Mi idea es que el equipo sea protagonista desde el minuto cero. El representar a un grande te obliga a eso. Somos privilegiado por haber entrado en la historia de Vélez como el primer grupo que representó al club en el futsal. Por eso nunca hay que aflojar ni bajar la intensidad”.
“A raiz del campeonato del mundo logrado por la Argentina, los clubes se empezaron a potenciar y a capacitar. Es para felicitarlos a todos. En la divisional D hay de todo: los que salen a buscar, los que se meten atrás. La categoría es dura, se corre y se mete. Y a Vélez todos quieren ganarle. Saben que le están jugando a un grande y sacarle al menos un punto, es muy importante para ellos”.
“En lo personal, esta es mi vuelta a la institución luego de 20 años. Lo estoy disfrutando al máximo. Yo jugué en cancha de once y llegué hasta tercera. Fue algo muy lindo. Quedé libre en el 98. A los chicos trato de inculcarles el sentido de pertenencia. Vélez es un club modelo, especial. Tenemos que ser concientes de lo hermoso que es trabajar acá adentro. Ellos lo están sintiendo y cada día se dan más cuenta de lo que esto significa”.
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