De futsal a campo y de campo a futsal. Estas idas y vueltas de los futbolistas a través de los años, han dejado mucho material, y muy probablemente, así seguirá siendo. El caso puntual de esta nota se refiere lo ocurrido con Mariano Tallaferro, el crack que descollara en la década del Noventa en Atlético Lugano, donde fue campeón en 1997 junto a otros grandes jugadores como Daniel Martín, Diego Giustozzi, Rodrigo Petillo y el arquero Nicolás Noriega, entre otros. Luego de su fenomenal experiencia en aquel equipo de AFA que en realidad le cedía su nombre a 25 de Mayo de Martínez y que dirigía Alberto Marigonda, Tallaferro, tuvo un breve paso por River. A continuación, a fines de la década, emigró a Italia, donde tuvo un excelente desempeño y una larga trayectoria. Además, integró la Selección Nacional, siendo uno de los mundialistas en Guatemala 2000.
Pero antes de viajar para incorporarse al calcio, tuvo un breve paso por el fútbol de campo. En la temporada 1998/99, fichó para Excursionistas, que en ese entonces militaba en Primera C. En ese entonces, contaba con 23 años. En el club del Bajo Belgrano, al que dirigía Daniel Messina, el “Flauta” jugó un solo partido. Su debut y despedida aconteció el sábado 15 de septiembre de 1998. Su equipo, en condición de local, venció 2 a 1 a Ituzaingó, con goles de Szeszurak y Brotto. Tallaferro fue al banco y luego ingresó por Sinchicay. El Verde alistó a Berscé; Marzoratti, Míguez (Ravelo), Machín, De Faveri; Brotto, Zurita, Sinchicay (Tallaferro), Musitelli (Cerenza); Vitale, Szeszurak.
Poco después, seducido por su regreso al futsal, optó por colgar los botines de cancha de once y se abocó de lleno a la actividad en sala. Decidido a hacer las valijas, se incorporó al calcio, donde actuó en diversas escuderías, hasta el final de su larga y fructífera carrera.Foto: Tallaferro en Guatemala 2000. Está en la fila inferior, con el número 10.
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