agosto 23, 2008

¿QUÉ PASA EN UNIÓN CAÑUELAS?

Los Tamberos posan el día del fatídico partido con Nueva Estrella. El que tiene la pelota es David Garzón, que sería expulsado y luego suspendido por diez fechas. Arriba, a la izquierda, Marcelo Valicenti (todavía era el DT) y Patricio Gianni.

El domingo pasado, no presentó su tercera división contra UGAB, y perdió los puntos. El miércoles debía jugar –en tercera y primera- un pendiente frente a Longchamps, pero los encuentros no se disputaron. Este fin de semana, tendría que medirse con Paraná, pero la tira, al igual que con Longchamps, fue postergada. Por ahora, ambos cotejos están en stand by y podrían llegar a reprogramarse. Pero lo real es que si Cañuelas no da señales de reacción, es posible que pierda los puntos y hasta su eliminación del futsal no sería nada descabellada.
Para entender mejor la delicada situación que atraviesan los Tamberos, es necesario ir punto por punto. Veamos.
1) El año pasado el club perdió la cancha de su ciudad en la que jugaba como local. Esos terrenos pertenecían a una gomería, que cedía su espacio a cambio de un alquiler que Unión pagaba mensualmente. A su vez, Unión había hecho allí una suculenta inversión, al reacondicionar la cancha prácticamente a nuevo. Pero las tierras tenían una importante deuda fiscal, por lo que finalmente fueron rematadas. El club perdió lo invertido y se quedó sin localía.
2) Este año, Unión fijó su localía en el club Rivadavia, de la localidad de Lobos. Al principio, todos estaban contentos con el nuevo escenario, inclusive la ciudad recibió al futsal con los brazos abiertos. Allí jugaron un par de partidos, pero todo se complicó en mayo, cuando por unos incidentes producidos frente a Nueva Estrella –como visitante- le impusieron una prolongada suspensión de cancha. Entonces, volvieron a perder su localía y para actuar como local, tuvieron que viajar a la Capital Federal, eligiendo justamente el estadio de Nueva Estrella, distante a 60 kilómetros de Cañuelas.
3) Aquella noche desgraciada, su capitán David Garzón, fue suspendido por diez partidos por un intento de agresión al árbitro, del que mostró inmediato arrepentimiento. Garzón –un verdadero apasionado de este deporte- es además el principal impulsor de la actividad en el club, y como consecuencia de ese castigo, a punto estuvo de dejar todo, lo que también hubiera significado el final de la participación de Cañuelas en el torneo. Pero lo convencieron de que siguiera y después hasta se hizo cargo de la dirección técnica, ante la renuncia de Marcelo Valicenti, por malos resultados.
4) El campeonato siguió y las derrotas se fueron acumulando en grandes proporciones. El equipo fue quedándose sin jugadores (varios fueron “chupados” por la gente de Lobos, para actuar en campo) y los problemas económicos asfixiaron a la humilde entidad. Hasta que llegó el fatídico partido con UGAB, de la semana pasada. Paradójicamente, en él Unión pudo interrumpir su larga serie de derrotas, al empatar con los armenios. Pero de todas formas los problemas ya habían tornado dramática la situación. Por falta de jugadores la tercera no se presentó y en primera, la emergencia obligó a jugar a Valicenti –el ex DT y arquero- y a Patricio Gianni, que habían dejado la actividad hacía más de un año. Para colmo de males, Garzón –que dos fechas atrás había cumplido su sanción- resultó nuevamente informado por agravios contra el árbitro. Esta noche, se conoció la pena: seis partidos.
5) Hoy, la situación de Cañuelas es incierta. En la semana, agobiado por las dificultades y luchando ante la adversidad prácticamente en soledad, Garzón solicitó la postergación del cotejo con Longchamps y después con Paraná, quedando el caso en manos de la Comisión de Futsal y el Tribunal de Disciplina. Los próximos días serán claves, para determinar la continuidad o no de Unión. Ojalá se logre una solución adecuada y los Tamberos puedan seguir compitiendo. Si es por buena gente, sin dudas que lo merecen.

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