La agitada vida urbana suele cruzar a los personajes del futsal en otros ámbitos que no son los estadios. Durante la semana laborable, jugadores, entrenadores, dirigentes, también tienen una vida.... Trabajan, estudian, y suelen estar embuidos en sus quehaceres como cualquier hijo de vecino. En esta ocasión, La Voz del Futsal fue testigo de un encuentro entre dos de los tantos futsaleros que pululan por las calles de Buenos Aires cuando no hay futsal. Una mañana de lunes, se toparon en la estación Catedral del Subte D Horacio Garrido (hombre de Bomberos de La Matanza y padre de Emanuel, DT de la primera de Bomberitos) y Ariel Antico, entrenador de arqueros de Estrella de Boedo. Este, se dirigía al centro porteño para realizar trámites. Aquel, se bajaba un par de paradas más adelante, a fines de efectuar otra clase de trámites -tanto o más desgradables- relacionados al seguro de un auto. Y ahí se quedaron, primero en el andén, después en el vagón, mientras el vehículo iniciaba su marcha, conversando de futsal y de las cosas de esta vida ajetreada que debe soportar un bicho de ciudad. Casualmente, sus respectivos equipos había quedado libres el fin de semana, cada uno en su respectiva divisional.
Llegado el momento, se fueron bajando. Y el cronista de La Voz del Futsal continuó su viaje, pensando en esta extraña casualidad, de que no dos sino ¡tres! (porque él estaba incluido) personas vinculadas a esta actividad, hayan coincidido exactamente en el mismo sitio aquella fresca mañana de septiembre.
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