noviembre 21, 2014

QUÉ HACÉS PACÍN... ¿CÓMO ANDAS, TANTO TIEMPO?


Uno de nuestros cronistas lo encontró en el microcentro. De rigurosos saco y corbata, en inmerso en una mañana repleta de obligaciones laborales, José Luis Pacín, no obstante, hizo un paréntesis en su agitada agenda y se tomó cinco minutos para charlar de futsal. Contó que está alejado de la actividad, pero que nunca cortó los lazos afectivos que lo vinculan al deporte por el que dejó horas y horas de su vida en tiempos no demasiado lejanos. Pacín, al igual que sus hijos Daniel y Rodrigo, está totalmente identificado con Franja de Oro: Rodrigo -el menor- como jugador, en tanto José y Daniel se dedicaron a la dirigencia. Aquellas épocas tenían al club de Pompeya como protagonista en Primera División. Y, concretamente, 13 años atrás, Franja se convertía en la primera institución invitada, campeona de nuestra disciplina. Técnicamente, conducida por Fabián López, el mismo entrenador que unos meses atrás produjo su regreso al club: "Me enteré que Fabi volvió y la verdad, me causó una enorme alegría", le confesó Pacín a La Voz del Futsal. Luego, agregó que por ahora no tiene planes de volver a la actividad. "Estoy al tanto de todo lo que pasa y quiero mucho a Franja, pero la verdad, necesitaba tomar un poco de distancia, fueron muchos años... Mis hijos están bien: Rodrigo formó una familia y vive en Gualeguaychú. Hasta hace poco jugaba y dirigía un equipo de futsal de allá. Pero tuvo que operarse de un hombro y se está recuperando. Daniel, en cambio, se dedicó a la política: trabaja en el partido de Aníbal Ibarra".
Durante unas cuantas temporadas, José fue el representante de Franja ante la AFA. Por eso, también estaba enterado de los cambios que a principios de este año hubo en la Comisión de Futsal: "Supe que Oscarcito Ríos está como presidente ahora.... Yo lo conozco desde que era muy pibe. Exactamente, desde que Franja y Boca fuimos juntos a una Copa Libertadores (2001). En aquel momento, viajó su papá Oscar, que colaboraba con Lopolito en el futsal".
Fueron no más de cinco minutos. Pero conectarse nuevamente con el futsal, se convirtieron para él en una bocanada de aire fresco en medio del caos de tránsito y gente que a pasos apurados, cerca de ese mediodía pululaba por el centro porteño. Lo suficiente, como para que José Luis Pacín, removiera los hermosos recuerdos que dormitaban en su mente y que, quizás algún día, le dejen paso a la adrenalina de un nuevo retorno a la acción.

No hay comentarios: