Emanuel Santoro, en plano festejo banfileño, junto a Julio Falcioni.
"Por suerte nos dimos cuenta de que no podemos perder tiempo en festejar y recordar lo que fue este año, y nos pusimos a trabajar pensando en 2018. Los jugadores, el cuerpo técnico y los dirigentes lo entendieron así y ya estamos con la cabeza en el próximo torneo". La frase de Emanuel Santoro resume su alegría por el campeonato obtenido por Banfield, pero más allá del ascenso del Taladro a Primera tan celebrado, el joven DT hace alusión a la importancia de seguir trabajando y a no perder la humildad.
-Quiero tener los pies sobre la tierra. Agradezco la confianza que en Banfield me dieron después de dirigir mucho tiempo en inferiores. No dejo de ser un técnico que está empezando, y que tiene mucho para aprender en lo táctico y demás cosas. Siempre me manejo con respeto, no me creo más que nadie. Somos, con Guido y Lautaro, un cuerpo técnico joven, al igual que el plantel, que tiene un promedio de edad súper bajo. No subestimamos a nadie y sabemos que si no estamos al cien por ciento, cualquier partido se nos puede complicar.
-Trabajaste en Country de Banfield, en Banfield, en Kimberley, y en tu primer año en la primera del Taladro, lograste otra vuelta olímpica. ¿Llevás la cuenta de las que diste?
-Van siete. Pero los títulos de inferiores son relativos. Yo prefiero que un jugador llegue a primera capacitado y formado, antes que por ejemplo, ser campeón de quinta. Después, cuando estás en el torneo, obviamente querés ganar siempre.
-¿Te considerás un técnico ganador?
-No, me considero un técnico laburador. Siempre trabajo para estar lo más arriba posible, pero no existe la fórmula del ganador. Sí la de hacer las cosas seriamente, de manejarse con respeto, compromiso, y transmitir esos valores para abajo, así el día de mañana un chico de quinta o sexta, cuendo llegue a primera esté preparado sobre todo desde lo actitudinal. Hoy en Banfield por suerte cumplimos es. El pibe de 10 años juega a la pelota y grita: soy Lucio, soy el Hueso, soy el Rana... Ese es el primer objetivo cumplido.
-¿Y este es un sueño cumplido?
-Es un sueño por como se dio. Habernos coronado cinco fechas antes, armando el plantel con muchos chicos del semillero. De los 18 jugadores, a 14 los había tenido en inferiores. Sabía qué podía dar cada uno, siempre mejorando y perfeccionándonos. Esto no es trabajo de uno solo: es un equipo.
-¿Qué opinás de tu paso por Kimberley?
-Fue excelente. Estuve un año y salimos campeones del Apertura y campeones anuales. También con la tercera. Kimberley es un club modelo. Tienen la esencia de un club de barrio pero con un manejo súper profesional. Es un ejemplo para los demás clubes.
-¿Por qué te fuiste?
-Yo no vivo del futsal. Laburo ocho horas por día en otra cosa. Ya me era imposible ir desde Banfield al Parque Sarmiento. Eran dos horas de ida y dos de vuelta en colectivo. Se me empezó a complicar mi vida personal y lo más honesto, antes de no cumplir en un cien por ciento, era dejarle el lugar a otra persona. Y se dio la chance de volver a Banfield, que justo había descendido... Aprendí mucho de los hermanos Basile y parte de eso, logré trasladarlo a Banfield.
-¿Tenés la meta de vivir del futsal?
-Sí, ojalá, aunque no lo veo tan cercano. Para eso faltan unos años pero creo que se va a dar. Hay cosas que ya se están dando. La televisación es un paso fundamental. A mí en su momento, hasta me tocó ser periodista de futsal. Eso ya está totalmente sepultado. Sigo laburando como periodista (es coordinador de programación en AM 770) en política, pero me gustaría poder vivir siendo entrenador. Pienso en futsal las 24 horas del día los 7 días de la semana.
-¿Qué fue lo último que hiciste para Pasión Futsal?
-En el 2016 estuve, un poco desde el anonimato, cubriendo futsal internacional. Soy fana de la liga española y aportaba mi granito de arena con eso. Además, si me entero de algún dato estoy atento a pasárselo a los chicos, que siguen al pie del cañón.
-¿Tendrá incorporaciones el equipo para 2018?
-Sería una falta de respeto hablar de refuerzos cuando este torneo ni siquiera terminó. La idea es sumar dos o tres jugadores para potenciar este plantel. El torneo de primera de 2018 con 16 equipos, hará que el nivel sea más alto. Pero el principal refuerzo es mantener esta base, ya que el factor humano fue la clave del éxito.
-¿Una reflexión sobre el descenso de Country?
-Desde los 10 años hasta los 23 estuve en el club. Ahí, pasé mi infancia, mi adolescencia. No me gustó el descenso, me dolió, sobre todo por un amigo como Pablo Di Nardo, el coordinador. No soy quien para juzgar pero en los últimos años no se hicieron los mejores manejos, aunque por ahí este sea un pasito atrás para tomar envión y volver a Primera.
-Finalmente no se van a poder enfrentar...
-Me hubiera gustado que se queden. Cualquiera de los cuatro del playout, incluso Racing y Estrella, hubieran merecido quedarse. Pero sé que van a poder reponerse, al igual que Banfield, que descendió hace dos años y hoy está volviendo con un proyecto muy ambicioso.
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