Unos días más se estiró su agonía, acaso porque todavía le quedaba una reserva de fortaleza para seguir luchando. Hasta que finalmente partió...
En el futsal había comenzado como arquero de Kimberley, hace poco más de diez años. Su paso por el club de Devoto fue muy breve; tiempo después, se vinculó con el Social Allende en diversas áreas. Fue utilero, técnico de inferiores, y hasta se dio el lujo de desarrollar tareas periodísticas, creando un blog donde subía fotos y comentarios de los partidos.
http://club-allende-futsal.blogspot.com.ar/
Con Allende se identificó muchísimo y esa empatía la tuvo más adelante con Lamadrid, cuando la mayor parte del plantel y el cuerpo técnico tricolor, se trasladaron a la vecina institución tras haber quedado Allende afuera del torneo por una decisión de la AFA.
En Lamadrid Víctor siguió cumpliendo trabajos similares. También, abrió un blog del futsal carcelero: http://futsalcarcelero.blogspot.com.ar/
En 2010 se inscribió en el curso de técnico, aunque no logró terminarlo: hizo sólo el primer año.
Su mutiplicidad de tareas en Lamadrid acaparaban gran parte de su tiempo. Allí, incluso, llegó a estar un par de fechas al frente de la primera división, junto a Leandro Baratucci, uno de los tantísimos amigos que cosechó en su pasaje por la actividad.
A principios del año pasado recaló en Pacífico, como técnico de cuarta y quinta. Por aquellos días le detectaron la enfermedad contra la cual luchó con entereza. A mediados de 2016 lo operaron por primera vez. Unas semanas después, para La Voz del Futsal le hice una nota en la cual transmitió su optimismo de cara al futuro. Allí también descubrió que compartíamos la fe cristiana que lo ayudó a atravesar con una sornisa días muy difíciles.
Poco más de un año después, su lucha se terminó. Sin dudas, se lo extrañará. Recordarlo con una sonrisa una vez que se apague el dolor, seguramente será el desafío que deberemos afrontar a partir de hoy.
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