abril 14, 2008

LA ALEGRÍA FUE SÓLO CARCELERA

Un reflejo de lo discutido que fue el partido en el segundo tiempo: Ramos, Sosa, Carbone y el árbitro Belinco. Finalmente, Lamadrid venció a Rosario Central 2 a 0 y sigue en la punta.

En un partido tan cerrado como lo indica el resultado, Lamadrid logró quedarse con los tres puntos, derrotando a un elenco rosarino que luchó por la igualdad hasta último momento, pero que no consiguió revertir su suerte adversa.
El local fue el dueño de la iniciativa hasta que conquistó la apertura del marcador, a los 16’ del primer tiempo. Carbone, su autor, aprovechó una pelota que se le escapó al arquero Valdano y facturó el 1-0. Pero ni antes ni después de ese tanto, hubo grandes diferencias entre ambos equipos. Más bien, la paridad caracterizó a un trámite que, por momentos, resultó bastante monótono.
En el segundo tiempo la emoción creció, como consecuencia de que Central se adelantó en busca del empate. Como Lamadrid respondió de contra, el ritmo fue mayor, lo mismo que la cantidad de situaciones de gol y la temperatura del encuentro, donde Lattanzi, el arquero carcelero, fue transformándose en figura.
Además, hubo polémica: a los 7’, Calo cometió una infracción en su área, pero el árbitro Belinco entendió que esta se produjo del lado de afuera.A los 15’ Lamadrid tuvo la situación más clara para aumentar: un violento shot que Rugnone estrelló en el palo. Enseguida Jorge Crozzoli, el DT visitante, colocó a Zamboni como arquero-jugador, conciente de que a esa altura el planteo era a matar o morir. Y se dio lo segundo: a 25 segundos del final, los dirigidos por Fabio Pérez, que cada vez miraban el reloj con más desesperación, tuvieron una sexta falta (inteligentemente fabricada por Calo) y no la desaprovecharon: con el 2-0 de Leo Giménez, los Carceleros aseguraron el partido y la punta.

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