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Instantes antes, también el pequeño hijo de Ariel y nieto de Oscar, había ingresado corriendo a la cancha, con lágrimas en sus ojos, tratando de proteger a sus seres queridos.
Todo esto fue desencadenado por una pobre labor del árbitro asistente -Scime trabajó en el costado de los bancos de suplentes- , que desde los primeros minutos del cotejo, no acertó con algunos fallos y se ganó las quejas de ambos bandos, quejas que recrudecieron por el lado de San Lorenzo cuando el triunfo se les escapaba de las manos.
El clima caldeado hacía presagiar un epílogo más tenso aún, pero afortunadamente, la totalidad de los futbolistas olvidaron la famosa "calentura del partido" apenas se escuchó la última pitada, y dieron un ejemplo de corrección, inclusive dejando de lado de los reclamos a Scime (los de San Lorenzo) quien se retiró al vestuario sin inconvenientes.
Más tarde, Ariel Trama explicó los motivos de su enojo: "Un árbitro se puede equivocar, lo que me dio bronca es lo que Scime le dijo a Cabral en medio del partido, que Pinocho tenía más peso que nosotros".
Su padre Oscar también comentó: "Para mí Viñas es el mejor árbitro de la actualidad junto con Fabio Pate, lo que no coincido con él es que a veces le deje a sus asistentes ser los protagonistas, como sucedió esta vez".
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