junio 15, 2008

ARGENTINOS VOLVIÓ A SER FELIZ

Javier Vatter y Ramiro Martínez Dios, en el saludo posterior al partido que el Bicho le ganó a Huracán 4 a 1. El juvenil de los Bichitos convirtió tres goles y nuevamente fue figura en su equipo.

Luego de dos encuentros sin victorias (una derrota y un empate) Argentinos volvió a ganar, mientras Huracán, su rival de turno, acumuló su tercer traspié al hilo y sólo tiene tres unidades.
Fue justo el triunfo del conjunto local, que si bien sufrió algunos sobresaltos al promediar el segundo tiempo, terminó imponiéndose gracias a un par de genialidades de Vatter, que marcó dos goles consecutivos cuando el tanteador estaba 2-1 y Huracán apretaba en busca del empate.
El mismo Vatter había logrado el 1-0, cuando empujó de cabeza un centro al segundo palo. Corrían 4’ de un primer tiempo que ya no tendría más emociones. A los 7’ del complemento Argentinos reflejó en el marcador su supremacía, cuando Ferreira señaló el 2-0 capitalizando otra buena maniobra ofensiva de Vatter.
Allí Huracán, tocado en su amor propio, fue por un descuento que Civale consiguió a los 10’. A partir de ese momento se vio lo mejor de un partido que había estado dominado por un tono monótono. El Globo, anímicamente beneficiado por el gol, puso en peligro a Ranieri en algunas oportunidades, mientras Argentinos –que lamentó no haberlo liquidado antes- respondió de contra y por esa vía puso asegurar el triunfo a dos minutos de la chicharra. Primero, Vatter aprovechó el adelantamiento adversario (Rocha ya estaba como arquero-jugador) y desde muy lejos embocó el disparo que significó el 3-1. Segundos más tarde, el mismo jugador definió con maestría una jugada que él mismo había construido sobre la izquierda.
Como anécdota, vale mencionar que mientras se jugaba este encuentro, también la Selección Nacional de cancha de once, enfrentaba a Ecuador. Eso y el intenso frío provocó que la concurrencia en La Paternal mermara considerablemente, si bien fueron varios los fanáticos de la actividad que a pesar de todo, dieron su estoico presente.

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