Pinocho sumó su cuarto triunfo del Clausura y le dio un empujón más a un Chacarita cada vez más comprometido con el descenso. La victoria no admite objeciones, si bien al local le costó medio tiempo vulnerar la valla defendida por Orlando. Hasta el gol de Martínez Riveras a los 11' (excelente jugada previa de Chianelli) el equipo de Carta había hecho un correcto trabajo: procurando no desordenarse, cumplió defensivamente y contragolpeó cuando tuvo oportunidad. Había sufrido, muy temprano, la baja de Spampinato, que se desgarró apenas comenzó el partido, como una prueba de que la suerte le ha sido esquiva al Funebrero a lo largo de la temporada.
Convertido el 1-0, Pinocho ganó en tranquilidad e impuso su mayor experiencia y calidad técnica. En consecuencia, se fue 3-0 al entretiempo, con tantos de FAfasuli a los 16' y Seba Corazza a los 17', en el contexto de un trámite muy limpio en el cual apenas hubo una infracción por bando.
En el complemento no variaron las acciones. El local siguió manejando el partido a voluntad, ante un adversario que intentó descontar, pero se topó con la sobria figura de Elías. A los 9', MArtínez Riveras estiró la cuenta (4-0) y a los 15', Chianelli señaló el quinto cuando el juvenil Sivale ya actuaba en la posición de arquero.
A los 18, Rafi Mavilian logró el tanto del honor, tan buscado por Chacarita para hacer más decoroso el resultado.
SALDOS Y RETAZOS
En el primer equipo de Pinocho, debutó Nicolás Ruffino, un chico de apenas 16 años. De buen porte físico, tuvo varios minutos en cancha, demostrando atrevimiento y buen manejo. El miércoles, se había consagrado campeón del Apertura, con su división, la quinta. Su promoción a la división superior fue una especie de premio a tan brillante actuación en su categoría de origen.
Dio la casualidad de que el arquero de Chacarita, Lihuel Orlando, es alumno de la Escuela de Arqueros de Santigo Elías, su colega de Pinocho. Por lo tanto, luego del cotejo posaron juntos, sumándose a la foto una legión de alumnos que también integran el mismo curso. Marcos Balzano, fue uno de los mentores del multitudinario encuentro en uno de los arcos de la cancha.
Alan Calo recibió tantos saludos llenos de afecto de la gente de Pinocho, como cargadas de parte de sus compañeros, por la gorra que llevaba. A La Voz del Futsal le contó que el lunes será intervenido quirúrgicamente, tras la rotura de ligamentos sufrida ante Alvear, dos meses atrás. Se lo vio bien de ánimo y con ganas de recuperarse pronto.
Pipo Urbano regresó imprevistamente de Italia, no habiendo podido fichar por inconvenientes en el club que lo había contratado. "Me quedo en el país hasta diciembre, voy a ver si en ese mes me puedo incorporar a otra institución del calcio", comentó, mientras veía el partido entre dos de los muchos equipos en los que actuó en la Argentina.
La ceremonia íntima del plantel de Chacarita, un equipo con combinación de jugadores experimentados y otros de 18 y 19 años. El Tricolor hizo lo que pudo, pero cayó ante un contrincante indiscutidamente superior.
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