Daniel Constanzo, del potrero al futsal. En la foto (izq.) junto a Diego Biondi, el jugador lesionado al que suplantó en 17 de Agosto.
La fecha pasada, hizo su debut en el arco de 17 de Agosto Daniel Constanzo, un refuerzo que pudo ser fichado como consecuencia de que Diego Biondi (operado de ligamentos) no será de la partida hasta 2014. Pese a la derrota, su esteno fue aceptable: sin mayores culpas en los goles rivales, sus fortísimos remates complicaron a Racing y no estuvo lejos de marcar, pero Leston y la defensa académica lograron salvar su arco. «De a poquito le estoy agarrando la mano a esto del futsal. Yo nunca había jugado a esto, sólo lo hice algunos partidos para la La Lonja, el equipo de Samid»
-Y últimamente, ¿dónde estuviste jugando?
-En los porteros, por plata. Toda la semana. He llegado a jugar hasta tres partidos por día. Con esto sobrevivíamos. Así es mi vida.
-¿Cómo llegás a este deporte?
-Por intermedio de Claudio Ruiz. En uno de los tantos campeonatos lo conocí al Gordo. Eramos rivales. Yo integraba el equipo de mi barrio, San José, de Isidro Casanova, y él el suyo. Después compartimos el plantel de La Lonja que viajó a Mar del Plata en el verano pasado. Ahí pegamos buena onda y gracias a él surgió esta posibilidad. Leo Barrios le preguntó si conocía un arquero y él me recomendó. Gracias a Dios estoy acá.
-¿La Lonja se disolvió?
-Sí, después de aquella final durísima que le ganamos a La Ñata por un gol. Antes, en Tigre, ya les habíamos ganado otros dos partidos. Contra ellos voy 3 a 0 arriba. Pero después hubo un quilombito y no nos juntamos más. Terminamos todos calientes porque nos quedaron debiendo plata.
-¿Después te dedicaste a jugar solo en los potreros?
-Así es. Además trabajo en un depósito de la cervecería Quilmes, preparando las boletas para los repartos. Ahí cumplía horario nocturno, pero arreglé para ir a la tarde y poder entrenar después en el club. Laburo de 13 a 21 y a las 21.30, empiezo a practicar con 17 de Agosto. Toda la semana a full.
-¿Se gana mejor ahí, o en los potreros?
-Y... está parejo. El fútbol de barrio deja buena plata. Hay partidos por diez o quince lucas. Con esa guita vivimos con mi mujer y Nicole, mi hija de un año. Si sobra, lo ahorramos porque queremos juntar para comprar un terreno o una casita.
-¿Es complicado jugar por plata?
-Sí, porque hay lugares difíciles. Existen peleas, cuchillos, tiros. Vale todo. Ahí tenés que tener mucho huevo para ir a jugar.
-¿Cuál fue la más brava que te tocó vivir?
-Un día fuimos a Fiorito a jugar por 20 lucas. Ganábamos 2 a 0 y atrás del arco había dos que me apuntaban con un arma. «Dejate hacer los goles o de acá no salen», me amenazaban. Nunca había vivido algo así ni quisiera que me volviera a pasar.
¿Cómo terminó el partido?
-Ganamos 2 a 1. Sólo me dejé hacer uno (risas). De caño encima. Al final hubo un tumulto pero salimos todos bien. Sin ningún lastimado.
-¿Te gustaría seguir en este deporte?
-Sí,ojalá que no se corte esto. Quiero triunfar en el futsal.
-¿Qué te pidió Barrios?
-Estuvimos practicando algunas jugadas. A mí me gusta salir mucho del arco, soy de hacer goles, pero él prefiere que me quedé un poco más abajo de los palos. Vamos a ver si puedo ganarme su confianza y me permite salir un poco más.
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