-Al final te quedaste.
-Sí, sí. Tenía dudas y plantée que necesitaba que vinieran algunos refuerzos como condición para seguir. Por suerte la nueva dirigencia cumplió.
-¿En qué porcentaje?
-En un setenta por ciento. Vienen Zulllo, Gramuglia, Stazzone, Guariniello, D'Otolo... Todavía podría haber alguno más, pero con esto ya alcanza para ir formando un equipo competitivo. La meta es tener de 15 a 17 integrantes.
-¿Pediste más jugadores y no se dio?
-Sí. Por ejemplo a Trifone, Escobar, el Bebu Calderón, que al final se retiró. Pero no me quejo. Los dirigentes se movieron y cumplieron.
-¿Y ahora?
-Y... ahora hay que pelear el campeonato. Yo aspiro a estar entre los tres primeros.
-¿No te preocupa el descenso?
-El bajo promedio marca que estamos muy comprometidos, pero a mí lo que siempre me atrae es la posibilidad de pelear arriba. Ser campeón lo veo difícil, pero vamos a luchar para eso.
-¿Quiénes se quedaron?
-Pocos. Navarro, Calabria, Cusenier, Bolo... y algunos chicos procedentes de la cuarta división.
-¿Felder?
-Con Pablo no hablé. No tuve contacto y no tengo idea de su situación. Si vuelve y su pase es de San Lorenzo, lo sumaremos. Pero lo que tengo entendido, es que no pertenece al club.
-¿Tu relación con él cómo era?
-Buena. De técnico a jugador. Yo nunca le mentí a un jugador. Siempre les aclaro que el que está mejor, juega. Eso sí, se lo tiene que ganar con sacrificio.
-¿Por qué tenías tantas dudas de continuar?
-La verdad es que San Lorenzo no era un equipo para agarrar. Yo acepté para darle una mano a este club tan querido. Encima a fines del año pasado quedó todo devastado. Pero acá estamos, decidimos ponerle el pecho.-¿Qué se hizo mal?
-El semillero de San Lorenzo siempre fue un orgullo y, últimamente, no estaba bien. Si las inferiores fallan, es probable que la primera no pueda abastecerse, y cuando eso sucede, es una mala señal. Aparte muchos jugadores nacidos en la institución, en vez de estar acá estaban en otros equipos. Justamente con la vuelta de ellos, es que estamos intentando poner las cosas en su lugar.
-¿Por eso la campaña de 2013 fue tan mala?
-Esto fue un proceso que arrancó mucho antes de 2013. El año pasado, lamentablemente, se vio la consencuencia de cómo se hicieron las cosas.
-¿Vos no fuiste responsable de nada?
-Yo pienso que no. El equipo no lo formé yo. Lo que hicimos cuando vinimos, fue tratar de que levantaran anímicamente.
-¿Con resultado negativo?
-El grupo ya estaba mal psicológicamente y no se pudo hacer nada. Mucho menos en lo futbolístico, donde el tiempo para trabajar fue mínimo. Lo digo con dolor, ya que en esta institución hay mucha gente a la que quiero.
-Ya que tocaste el tema de las inferiores, ¿pensás que van a mejorar este año?
-La idea es que a partir de una buena actuación de la primera, muchos chicos del semillero que se habían ido, regresen. El objetivo es que la primera contagie hacia abajo.
-¿De la campaña de Nueva Estrella tampoco te sentís responsable?
-Exacto. Al igual que acá, yo tampoco armé el plantel. En cambio, sí siento que tuve que ver con la campaña de Kimberley. Ahí yo pedí los jugadores y me trajeron a todos, más allá de que después me haya ido por otras causas. Pero me puso muy contento el gran campeonato que hizo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario