¿Qué sentís ahora que sos campeón de América?
Siento el placer de haber planificado y logrado los objetivos que nos planteamos junto a Vero y Walter (cuerpo técnico). Con el apoyo de la institución marcamos tres escalones claros a superar. 1) incorporar experiencia internacional; 2) hacer podio y 3) ser campeonas. Por suerte logramos los tres.
¿Cuáles fueron las virtudes de este equipo?
Primero, ser un grupo unido, segundo no haber incorporado ninguna jugadora para esta primera experiencia internacional. El alto rendimiento de las principales referentes y el gran nivel de las jugadoras que entraron durante los recambios. En todo momento fuimos un equipo solido en defensa, con buenas transiciones y pelota parada. Después creo que se fue leyendo bien el torneo y eso nos permitió llegar al final con todas las jugadoras, dado que en este tipo de campeonato el cansancio y las lesiones son claves.
¿Cuándo pensaste: ahora sí, ya somos campeones?
La realidad es que me siento más cómodo en situaciones límites, como la semi y la final, pero esta vez sabíamos que nos merecíamos ser campeonas por todo el esfuerzo realizado durante la preparación para esta Copa. Pero sentirme campeón recién en el alargue, cuando las vi mejor que las paraguayas para el cierre y noté que en el ida y vuelta íbamos a salir ganando.
¿Están para repetir en el Apertura de este año?
Estamos trabajando para estar a la altura de los nuevos objetivos, lo bueno es que yo cuento con Vero (Rivero) que trata de estar atenta a todo los detalles para que en lo deportivo y muchas veces hasta en lo social, a las chicas no le falte nada. Ni hablar del club, que trata de igual a igual al futsal femenino.
¿Habrá variantes en el equipo?
Ya tenemos 14 meses de trabajo juntos y hay muchas cosas aceitadas, ahora pulimos e incorporamos de a poco como para no estancarnos. A nivel refuerzos analizaremos algunas posibilidades.
¿Sos tan obsesivo en el futsal femenino como en el masculino?
(Risas) Sí, pensé que lo había mejorado pero el viaje me demostró que no. Con las mujeres también soy así. Igual lo prefiero. Me siento mejor dando más del cien por ciento, solo que a veces lo sufren los que me rodean. Así que aprovecho para agradecer a todos los que les tocó estar en mi habitación: el profe Walter, Matías Morresi, el kinesiologo; Gustavo Villegas, el coordinador, y Vero que estaba en otra habitación pero es la que me escucha siempre.
¿Extrañás dirigir una primera de masculino?
No, hoy por hoy no. Creo que en algún momento voy a querer volver a trabajar en primera de masculino pero estoy muy concentrado en el femenino. Es un logro del grupo que me permitió entrar, me tuvo paciencia y me enseñó el camino. Ahora estoy más asentado y disfruto del futsal femenino.
¿Cómo es trabajar en Kimberley?
Este es uno de esos clubes que se merece ser más que un afiliado, o que demuestra que no ser afiliado no significa nada. Que la pasión es la que moviliza todo. Se trabaja a conciencia y con igualdad, tanto en los géneros como en las edades.Desde su presidente, que trata de estar actualizado constantemente, su tesorero que nos paga al día nuestros honorarios, los coordinadores y los técnicos, que tratamos de trabajar alineados en constante intercambio. Mínimamente, cada división entrena dos veces por semana y a veces tres. Obvio, las primeras divisiones cumplen un plan semanal más amplio pero depende del momento del año. Con las chicas nunca entrenamos mas de cuatro estímulos semanales. Que cada eslabón esté fuerte en su función hace que Kimberley sea un club serio. Si logramos tener cancha propia lograríamos marcar una tendencia dentro del futsal definitivamente.
¿Vos trabajás también con las inferiores?
Este año estoy de cuarta a octava junto a Dibu Diéguez. Yo me siento como en casa.
¿Cómo ves a la primera?
Veo que se prepara un año altamente competitivo, ojala logremos superar a Boca en primera. El año pasado sirvió como experiencia, sabemos que no es fácil pero creo que si se logra llegar al mismo momento de torneo el resultado será otro.
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