En un partido durísimo, Hebraica festejó sobre el final, al ganarle 2-1 a 17 de Agosto. Lo hizo cuando apenas eran 31 segundos lo que faltaba, gracias a un golazo de Guglielmo -cumpliendo la Ley del Ex- que subió por derecha y sacó un violento remate que Orellana no logró retener.
Muy cerrado había sido el encuentro. En el primer tiempo no se abrió el marcador, como reflejo de la paridad y la sólida actuación de ambas defensas, que junto con los arqueros se encargaron de neutralizar todo intento ofensivo.
En el complemento el trámite no varió demasiado. Alternándose en el dominio del campo y del balón, ambos protagonizaban un cotejo entretenido. Así, hubo situaciones en ambos arcos. Sólo faltaba el gol. Y este finalmente llegó, a través de Chuky Arrieta, que conectó un muy buen pase de Miño y sometió a Mosenson.
Tres minutos más tarde, Giupponi empató para Hebraica, luego de una estupenda maniobra personal por izquierda que culminó con un zurdazo imposible para detener por parte del chileno Orellana. Los últimos nueve minutos fueron de enorme movilidad y situaciones por doquier. Ambos quisieron el premio completo y lo demostraron mediante un trámite de ida y vuelta cargado de emociones, que contó con el factor extra de que a falta de 2'30'', tanto uno como otro entraron en quinta falta.
Sin embargo, no habría sexta. Aunque sí las emociones subieron a escena precipitadamente. El reloj marcaba que restaban 48 segundos cuando Chucky Arrieta reventó el travesaño. Y en la jugada inmediatamente posterior, llegó la ya comentada definición de Guglielmo. Después, ya no hubo tiempo para más nada. Hebraica celebró frenéticamente la victoria, mientras en el banco rival, Agosto se lamentaba por una derrota que quizás no merecía, si lo que se tenía en cuenta era la cantidad de oportunidades de gol. Pero claro, en el fútbol (y el futsal) los goles se anotan si la pelota entra al arco. Y en eso, Hebraica no falló...
SALDOS Y RETAZOS
Hernán Basile presenció el cotejo. El DT de Kimberley opinó del compromiso que uno de los punteros tendrá mañana ante Villa Modelo: "En lo papeles es un rival de los accesibles, pero nunca hay que subestimar a nadie. Los partidos hay que jugarlos..." Sabias palabras....
Como de costumbre, Hebraica realizó su clásica arenga antes del partido. Al grito de "Oi oi oi oi, mazeltov" (significa buena suerte), giraron una y otra vez ante el aplauso de su gente....
Por ser una vieja costumbre, no sorprendió la ceremonia visitante. Lo que sí llamó la atención fue que mientras Hebraica la practicaba, los jugadores de Agosto se abrazaron de esta manera y aguardaron que sus oponentes finalizaran con el rito. Recién después, se encerraron en una ronda e hicieron su propia arenga.
El partido fue muy limpio. Sobre todo en el primer tiempo, donde recién a los 13 minutos se cobró la primera falta. La etapa inicial terminaría con una infracción para Agosto y dos para Hebraica. En el complemento, los nervios y una lógica falta de piernas influyó para que la cuenta se elevara rápidamente, aunque el cotejo nunca dejó de jugarse en forma muy leal.
Ausente Nicolás Noriega en el banco visitante (viajó a España por razones laborales) la función de técnico fue llevada a cabo por sus ayudantes, Fernando Poggi y Lucas Daich. En la foto, con gesto adusto también observa el partido, el PF Fernando Castro.
Por el lado de 17, tampoco estuvo el técnico Leo Barrios, quien sí observó las acciones desde la tribuna debido a una suspensión originada en aquel encuentro ante Boca. Oficialmente, fue reemplazado por su hermano Washington, quien habiendo sido expulsado en el mismo partido, ya cumplió la sanción.
No es común que se enfrenten dos equipos con dos parejas de hermanos. Efectivamente, esto fue lo que sucedió con los Arrieta (Oscar y Juan) y los Edelstein (Gabriel y Matías). Esta vez, el destino futbolístico quiso que festejaran los de Hebraica. A los de Agosto no se le dio. Pero redondearon buenas actuaciones y, sin dudas, muy pronto tendrán su revancha.
Durante todo el segundo tiempo, resultó conmovedor el aliento de cuatro personas allegadas a la entidad visitante. Con un amplio repertorio y a grito pelado, se hicieron oír en toda la cancha. Curiosamente, a muy pocos metros de distancia, se hallaba Leo Barrios (derecha), que desde ese sector procuraba guiar a sus dirigidos.
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