Ariel Antico, DT de Sportivo Barracas.
-¿Qué balance hacés de lo que va del año para tu equipo?
-El plantel lo conformamos en diciembre, haciendo pruebas y viendo jugadores. Como era de esperar tuvimos que adaptarnos al futsal y caímos en los cinco primeros partidos contra rivales encumbrados. Después de la quinta fecha comenzamos a levantar. Pero es un plantel con poca experiencia en la actividad. Sólo cuatro jugadores tenían rodaje en AFA. Los demás vienen de ligas paralelas y es todo nuevo para ellos. Hay mucha diferencia, Técnicamente los chicos son muy dotados, aunque en lo táctico les falta. Se busca trabajar sobre todo en este último aspecto y mejorar la técnica de cada uno para enseñarles los sistemas de juego que hay en el futsal.
-¿Cómo llegaste al Sportivo?
-Bárbara Abbot es la coordinadora del futsal en el club. Ella hizo el curso en la Escuela de Técnicos y ahí le acercaron mi nombre. A su vez, yo le presenté un proyecto. En diciembre tuvimos una entrevista y nos pusimos rápidamente de acuerdo. Somos muy parecidos en la manera de pensar...
-¿Qué impresión tenés a nivel institucional?
-Me quedé sorprendido por la infraestructura del club, por cómo se han mejorado las instalaciones. Obviamente, uno pretendería más pero lo cierto es que está a la altura de equipos de más arriba, en relación al futsal. No nos falta nada: ni materiales ni espacio. Las chicas que están a cargo, Bárbara y Florencia Pereiro, son muy profesionales, da gusto trabajar con ellas.
-Vos conocías al viejo Sportivo. ¿Qué diferencias observaste?
-En este tiempo hay más apoyo. La actividad -al igual que todos los deportes del club- está apoyada por el presidente Víctor Santamarina y la Comisión Directiva. La sede quedó casi a nueva. La parte de abajo la tiene Megatlón y arriba, en un entrepiso, están las oficinas del futsal y la cancha original, con una tribuna trasera y otra que es desarmable. Esta cancha fue hecha a nuevo y la utilizan las categorías más chicas. Nosotros entrenamos ahí dos veces por semana y en ocasiones, lo hacemos en el bajo autopista, donde tienen canchas de sintético de 18 por 38. Para jugar, nos trasladamos hasta el predio de SUTERH en Moreno. El viaje es largo pero bueno, es lo que tenemos a disposición y hay que respetarlo. Esperemos que en el futuro podamos jugar en la Capital. Sé que hay proyectos para adquirir algún terreno y construir algo, aunque los que están más al tanto son los dirigentes.
-¿Cómo asimilaste el descenso de categoría en lo personal?
-Me costó porque uno venía de la A y en la B. Pero esto sigue siendo futsal y es lo que nos gusta. Si fuera en la Z, también iría ahí a trabajar. La diferencia es que acá uno debe arrancar de cero, con fundamentos de cuarta a quinta división para adelante. No podés empezar como si estuvieras en un equipo de la A porque los chicos se perderían. Así que uno les mete mucha información. A veces demasiada, porque en mi caso, llevo el fanatismo adentro y me paso de revoluciones. La información que les doy es abundante, tal vez más de lo que exige la divisional. Tenemos un equipo protagonista en todas las canchas, y no lo digo yo sino los rivales. La idea es esa, buscar una identidad, llegar lo más arriba posible y ver el año que viene para qué podemos estar.
-¿Estás trabajando en la Escuela de Técnicos?
-Así es. Estoy dando cuatrimestralmente la materia Entrenamiento de Arqueros, de Promocionales a Primera División. Es una materia que se agregó este año. La experiencia es única. Trasladarle los conocimentos a nuestros colegas es algo que no tiene palabras. Pararse delante de los alumnos y explicar no es para cualquiera. Pero uno se siento muy a gusto y al mismo tiempo, aprende de ellos constantemente. No porque uno esté del lado del pizarrón, es el que tiene la verdad. Aprendemos todo de todos así como sucede en la vida misma. La Escuela creció mucho en todo sentido. Se nota que hay un cambio de chip a nivel general, más todavía después del Mundial. El entrenador busca información constantemente, está desesperado por obtenerla. Uno nota como el alumnado pregunta, presta atención. Eso me da satisfacción porque después de 20 años, es lo que soñaba para la disciplina
-¿Cómo está tu hermano Mauro?
-Ahí anda, peleándola con Huracán. La A es una divisional dura. El viene de la B, que también es difícil, pero acá se juega a otra cosa. Los errores los pagás muy caro. Los resultados no se le dieron por eso. Ojalá pueda revertirlo. Yo creo que sí, que va a cumplir el objetivo de dejar a Huracán en Primera. La actividad necesita que los seis grandes estén ahí arriba.
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