-¿Qué falló?
-El año pasado nos costaba con los de arriba. Este año no. Salvo Atlanta, hemos tenido partidos muy buenos. Incluso, el único partido que perdió Camioneros fue contra Lamadrid. Pero hay pequeños detalles que definen un partido, que no tuvimos a favor. Varias veces merecimos ganar y no pudimos. Después, con rivales que en teoría eran accesibles, resignamos puntos.
-¿Cómo ves el torneo de la C?
-Muy parejo. Salvo Camioneros, cualquiera le gana a cualquiera. Por eso todavía hay tantos equipos con chances de subir. Los resultados te sorprenden.
-Mencionaste a Camioneros. ¿Aparte cuál es el rival que más te gustó?
-No, Camioneros no me gustó. Tiene jugadores que son casi profesionales pero te gana por el peso de las individualidades, como equipo no es diferente. A mí me gustaron Don Bosco, Almafuerte, Pacífico... Pero claro, con altibajos.
-¿Seguirás en el club en 2018?
-Todavía no tengo nada decidido. Lamadrid es como mi casa, pero no sé qué haré ni los compromisos que pueda llegar a tener el año que viene.
-¿Cómo está el futsal en general?
-Desde que Diego (Giustozzi) se hizo cargo de la Selección ha dado un salto importante. De hecho, la TV en directo le suma prestigio a la disciplina. Se están haciendo las cosas bien. Hay una Comisión que trabaja muy bien y un cuerpo técnico de la Selección que lo hace bárbaro. Diego tiene una capacidad enorme. Es el mejor, lejos. Ojalá todo se alinee detrás de él porque es lo único que nos puede llegar a hacer crecer definitivamente.
-¿Los técnicos están unidos?
-Sí, sí... Hay que destacar la labor de Leo Barrios, César González y dos o tres más que están abocados al tema de la credencial. Más allá de que en lo económico a muchos les sirve, es fundamental que los equipos sean dirigidos por técnicos recibidos. Mientras todo sea así y los entrenadores se capaciten, ayudará a lo que está haciendo Diego.
-Hace un tiempo declaraste que te generaba dudas si el futsal debía o no ser profesional. ¿Lo seguís sosteniendo?
-Sí... Si esto se profesionaliza se transformará en esa histeria que es el fútbol de cancha de once, pero sí, el profesionalismo tendría que llegar en algún momento. En primera ya casi lo son. La única forma es el ingreso de dinero a través de sponsors para todas las categorías. Esta es una disciplina muy costosa. Tanto a los clubes de barrio como a los de AFA, les cuesta muchísimo. Todo se encamina a que sea profesional. Pero yo todavía tengo mis reparos. Hay deportes como el hockey, que aún sacando medalla de oro, en la Argentina son amateurs. Yo confío a muerte en el deporte amateur, pero bueno, esto se ve que es más parecido al fútbol.
-Y los jugadores desean tener su plata.
-Sí, pero esto ya lo hablamos con Giustozzi: hay un momento donde la actividad explota y se pagan cifras exhorbitantes. Por pases, por sueldos... Y después se cae, se aplaca bastante. En España se mantuvo y se paga muy bien, pero a Italia los jugadores van y no es que vuelven millonarios, excepto casos contados con los dedos. En la Argentina puede llegar a pasar eso también: algunas transferencias se pagaron una fortuna, como la de Edu Villalva a San Lorenzo, pero no creo que esto dure mucho más y que los clubes lo puedan solventar.
-¿El mercado está sobredimensionado?
-Sin duda. Hay equipos que sí la pueden poner. No sé cuál es la idea de San Lorenzo: si se encarga el club o un sponsor, la verdad que no lo sé, pero en general no está dentro de lo normal la plata que se está manejando. Es imposible. El mercado está claramente sobrevalorado.
-Tu papá fue uno de los primeros dirigentes de este deporte. ¿Ahora está retirado?
-Y... son más de 30 años (arrancó en River en la década del 80). Ya colgó los botines de delegado pero nos viene a ver todos los partidos.
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