La entidad de Floresta atraviesa una difícil situación económica
“Todavía no estamos salvados”, dice Cristian Peratta (en la foto, junto a su asistente Jorge Zemba). “Hay que tratar de ganar la mayor cantidad de puntos posible. Para estar tranquilos queremos no depender de nadie más que de nosotros mismos”, agrega el DT de All Boys, que de no mediar una catástrofe futbolística, seguirá en la Zona de Oro en 2014. “En esta última parte los chicos se empezaron a afianzar un poco y se dieron algunos resultados, pero no estoy satisfecho con la campaña. Estar en mitad de tabla, a mí no me satisface”, apunta Peratta, en relación a que All Boys nunca llegó a pelear por el ascenso a Primera”.
-¿Cómo definirías entonces la campaña?
-Fue una etapa de formación de jugadores. Tratamos de que los chicos aprendan y adquieran experiencia. En ese punto nos fue bien; pero en lo deportivo vos querés ganar siempre. Y eso no se dio tan así.
-¿Cuál era el objetivo a principio de año?
-Mantener la categoría. Eso estaría cumplido, si sacamos algunos puntos más. Pero el segundo objetivo era terminar lo más arriba posible. Ojalá podamos estar entre los primeros seis, para cerrar el año de una manera algo más decorosa.
-¿Por dónde pasaron las dificultades de este 2013?
-Por la falta de presupuesto. Eso fue terrible. Nos tuvimos que arreglar como pudimos. No es sólo en el futsal. En el club, los empleados tienen cuatro o cinco meses de atraso. Y en la actividad, estamos trabajando todos por amor a la disciplina. De los profes y los técnicos nadie cobra un peso. Por eso hay que replantearse esto. Con todo el dolor del alma, a fin de año tendremos que tomar una determinación.
-¿Eso significa que después de seis temporadas podrías alejarte de All Boys?
-Lamentablemente sí. Estamos viviendo una situación complicadísima. En la última localía, hasta el sábado a la mañana no teníamos para pagar la cancha. El tesorero del club tuvo que sacarla de su bolsillo. Por eso, tal vez tendríamos que relegar el proyecto y seguir otro camino.
-¿No es extraño que All Boys tenga tantos problemas financieros estando en la Primera del fútbol profesional?
-Hay más ingresos, pero que no te quepa duda que toda la plata va para el futbol. Eso y los resultados mandan. Es un club de cancha de once, cuando tenés problemas ahí toda la institución lo siente. Todos dependemos de eso.
-¿Qué opinión tenés del plantel?
-La mejor. Nos la arreglamos como pudimos y los chicos pusieron toda la buena voluntad del mundo. Estoy agradecido a ellos, a los papás y a los profes, que se matan con plata o sin plata.
-¿Son todos jugadores del club?
-También están Matías Curcio, pero a él es como que lo adoptamos, y el Chucky Alejandro, que es de Mar del Plata pero tiene un departamento acá y trabaja en mi escuela de fútbol. Se queda porque le doy una mano ahí y aparte agarró un laburo a la mañana. El resto, son todos de All Boys.
-Antes de la derrota con Almafuerte vencieron a La Ñata, a Parque... ¿No podrían estar un poco más arriba?
-Sí, lo que pasa que la experiencia es algo que no se le puede inyectar a un jugador. Eso hay que vivirlo. Igual, pienso que vamos a terminar bien el año. Por eso sería una lástima si es que hay que dejar todo esto y buscar otros horizontes. Este grupo, con algún refuerzo, podría llegar a ser protagonista. Eso es lo que te entristece.
-Suponiendo que vos te vayas. ¿All Boys seguiría participando?
-¿Sabés que no lo sé? Y es algo que me pone mal. Acá se hizo un esfuerzo enorme. Pero lamentablemente este no es un deporte prioritario para el club.
-En el descenso del año pasado tuvieron incidencia esas dificultades económicas?
-El tema presupuestario no es algo que viene de ahora. Cuando subimos a la A nos recortaron a la mitad el presupuesto que teníamos en la B. Igual siempre nos fuimos arreglando. El problema es que algunos jugadores que se trajeron en ese momento, nos fallaron.
-¿En qué sentido?
-En lo humano. Uno siempre pide recomendaciones. Algunos rindieron y nos tenemos que sacar el sombrero, por lo que trabajaron y rindieron dentro de la cancha. Después, hubo otros que nos defraudaron terriblemente como personas. Con la pelota, las cosas te pueden salir o no. Pero lo que duele es lo otro.
-¿Quiénes son los que te defraudaron?
-Si yo hoy me encuentro con el Goma Ranieri le doy un abrazo. Con Lucas Curcio, lo mismo. Es gente de primera. Pero con respecto a los que no lo son, prefiero no mencionarlos.
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