Lamadrid derrotó a Argentinos 3 a 0 en condición de visitante (se jugó en Pinocho), lo que significan sus tres primeros puntos del año para el equipo que desde hace tres fechas conduce Martín Villar. El triunfo fue merecido, si bien la diferencia tal vez haya sido exagerada. Pero al plantel carcelero poco le importó y, después de tanto sufrimiento -arrastraba diez traspiés consecutivos-, celebró la victoria casi tanto como si hubiera obtenido un campeonato.El primer tiempo fue tan equilibrado como chato. Pocas situaciones de gol y muchos recaudos, caracterizaron el trámite, que culminó sin que se abriera el marcador. El complemento no era muy diferente. Hasta que a los 7', una excelente media vuelta de Franzone puso el tanteador 1 a 0 y el partido cambió. Argentinos puso el pie en el acelerador, pero un minuto después le tocó padecer otra circunstancia clave: la expulsión de su arquero Ranieri, por cometer fuera del área una mano que los árbitros juzgaron como de último recurso (el Goma protestó acaloradamente la sanción). Como los Bichitos no contaban con arquero suplente, Alejo D'Acri pasó a desempeñar esa función y al principio dio resultado, pues en los dos minutos posteriores a la roja, Lamadrid no consiguió aumentar. Sin embargo, cuando estaban otra vez parejos numéricamente y Argentinos se repetía en sus ataques D'Acri perdió una pelota en la mitad de cancha y FAntacone la empujó al gol: 2-0.
De inmediato, los de Coronel se fueron con todo arriba, si bien sus ataques -más allá de un par de situaciones claras- no revistieron gravedad para el juvenil guardameta Matías Calo, que tuvo una sólida actuación.
Y a un minuto del final, BAgnato capturó otra pelota perdida en el círculo central y desde allí colocó el 3-0 con la valla vacía.
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