PLATENSE CLASIFICADO; CERVANTES, AFUERA

Con el empate en cuatro, Platense y Cervantes quedaron a mano. Pero mientras el Calamar logró su clasificación para la Copa de Oro, el Verde, a una fecha del final, ya es seguro que no entra.

El bombazo de Licciardello a 13 segundos del final, le dio la clasificación a Platense y decretó la eliminación de Cervantes. Sin embargo, con el 4-4 que así quedó sellado, nadie terminó satisfecho. La visita, porque se privó de ganar tres puntos que prácticamente tenía en el bolsillo, y que incrementaban mucho sus posibiliades de clasificar. Y el local, porque al no conocerse todavía la victoria de Modelo sobre Hurlingham, tampoco se sabía la suerte que el equipo de Petruelo podía correr con respecto a su ingreso a la Copa de Oro. Por lo tanto, caras largas y saludos de compromiso -como se observa en la foto- fue lo predominante tras la última pitada.
El partido, había sido vibrante y de alto vuelo emotivo. Los dos estuvieron al frente en el marcador y en diferentes pasajes, los dos sufrieron bajones futbolísticos, si bien el visitante dio en general una mejor impresión. En un cotejo donde había tanto en juego (Platense le llevaba cuatro puntos a Cervantes en la tabla) el nerviosismo también fue protagonista. Por lo tanto, las infracciones se acumularon, especialmente del lado calamar. Como consecuencia, su rival tuvo a disposición cuatro sextas faltas y un penal. A través de esas instancias, marcó tres de sus cuatro goles, malogrando además otras dos ocasiones.
También hubo tarjetas rojas y, curiosamente, en ambos casos correspondió a los arqueros titulares: Cadahia en el Verde (por una polémica infracción de último recurso en el primer tiempo) y Iezzi en el MArrón (golpeó imprudentemente a un delantero estando amonestado).
Sobre el epílogo, parecía que los dirigidos por Ernesto López serían los ganadores. Entonces, el técnico de Platense se la jugó con una carta que no siempre sale bien: la del arquero-jugador. Y colocó a DAniel Licciardello en esa función. En esta oportunidad, no obstante, todo salió redondido, porque el Cabezón no sólo señaló un golazo coronando una gran jugada colectiva -el tercero- sino que también conquistó el empate definitivo mediante un disparo que dejó sin reacción a Felice (el reemplazante de Cadahia). Faltaban apenas 13 segundos. Y ese pelotazo, selló el destino de ambos equipos.