2005 (segunda parte)
A principios de agosto, regresaron a las prácticas, ya que Brasil comunicó la organización de un sudamericano, para septiembre. El plantel ya no era el primitivo: varios jugadores fueron quedando en el camino. Uno de ellos, quizás el mejor jugador argentino del momento, debió abandonar la preparación. Se trataba de Fernando Wilhelm, quien continuaría su carrera en Italia.
Otro dato importante: De Nicola ya no sería integrante de esta parte del proceso. El DT de San Lorenzo renunció pues -según explicó- no podía relegar la labor en su club, que le demandaba una mayor atención ante la ausencia de sus colaborador –Walter Capizzano- por inconvenientes particulares. Larrañaga se tomó algunos días para determinar su reemplazante. Luego nombró a Carlos “Charly Fernández y pocas semanas antes de viajar, el técnico de 17 de Agosto, asumió en la nueva función.
I Grand Prix de Selecciones Sudamericanas
Brusque (Brasil), 20 al 24 de septiembre
La primera presentación terminó en un resultado en contra tan ajustado como sorpresivo, considerando los escasos antecedentes colombianos. Pero con el correr de los días y al ver que los rivales demostraron ser una Selección fuerte llegando a la final, las conclusiones extraídas por el cuerpo técnico, seguramente hayan sido más positivas que negativas. Al día siguiente era el turno de Paraguay. Si pretendía jugar las semifinales, nuestro equipo estaba obligado a sacar un buen resultado. Y así lo hizo. Con justicia, obtuvo un triunfo contra los guaraníes gracias al cual se ganó el derecho a enfrentar a los locales. La Selección exhibió buen nivel colectivo y algunas individualidades que hacían sus primeras armas con la celeste y blanca demostraron que no les pesaba la camiseta. Fue el caso, por ejemplo, de Matos, Costas, el ya más experimentado Godoy, y el arquero Elías, que al ingresar por Mandayo, convirtió un gol de sexta falta y atajó otro ejecutado por Paraguay. En contraposición, hubo tristeza por la ausencia de Cigliano, quien se desgarró antes del primer partido, no llegando a actuar en el certamen.
Frente a un Brasil reforzado por sus mejores estrellas, la derrota podía vislumbrarse de antemano, aunque muchos elogios recayeron sobre la Argentina por haber hecho un primer tiempo de impecable tarea de contención. El cerrojo defensivo planificado había dado sus frutos y el 0 a 0 parcial -en el contexto de un estadio enmudecido por la impotencia verdeamarelha- daba cuenta de ello. Pero apenas iniciado el complemento Brasil logró la apertura a través de una jugada algo fortuita (remate que se desvía en la defensa y descoloca a Mandayo) y enseguida estiró las cifras al 2-0 que dejó truncas las ilusiones argentinas.
En el último encuentro la Selección reafirmó su superioridad sobre los uruguayos, obteniendo el tercer puesto. En tanto, los locales se alzaban con un nuevo trofeo, no sin antes sufrir un sobresalto contra la sorprendente Colombia, que llegó a tener una ventaja de 2 a 0 aunque terminó siendo goleada.
Delegación:
Presidente: José Lopolito. Administrativo: Luis Boneffón. Técnico Alterno: Carlos Fernández. Médico: Javier Swiatlo.
Jugadores: Juan Pablo Cabral, Cristian Daguer, José Luis Godoy, Gonzalo Matos y Leonel Rodríguez (Boca); Rodrigo Petillo y José Mandayo (River); Sebastián Corazza y Santiago Elías (Pinocho); Pablo Cigliano (Ferro); José Luis Costas (Sp. Barracas); Martín Amas (Primera Junta).
21-9: Argentina 0-Colombia 1
22-9: Argentina 4-Paraguay 3
Semifinal
23-9: Argentina 0-Brasil 2
Por el tercer puesto
24-9: Argentina 3-Uruguay 1
Foto: Charly Fernández, Leonel Rodríguez, Santiago Elías, Pablo Cigliano, Sebastián Corazza, José Mandayo, Juan Pablo Cabral y Rodrigo Petillo (arriba). José Costas, Gonzalo Matos, Martín Amas, Cristian Daguer y José Godoy.
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