septiembre 19, 2021

SE FUERON CUANDO ERA MUY RARO

 


Hoy es muy común. Pero cuando el futsal en AFA recién arrancaba, era impensado que un jugador argentino pudiera ser contratado desde España. El primero fue Marcelo Scheave, en 1987, quien con 18 años dejó su club para irse al Almuñecar de Granada, de la División de Honor, donde se quedaría hasta 1993. “Una mañana en Independiente se me acercó Pepe Santoro, preguntándome si quería ir a jugar allá. Yo no entendía nada, pero igual le contesté que sí. Eso  fue un martes. Creo que el jueves ya estaba en mi nuevo club. Allá pude vivir de este deporte casi seis años, aunque la liga española todavía no había explotado como lo hizo unos años más tarde. Pero a mí me fue bastante bien, estaba bárbaro físicamente y eso me ayudó mucho en los primeros tiempos. Después bajé un poco el nivel, hasta que tuve un accidente y decidí volverme a la Argentina”, señaló en el Libro 20 Años de Futsal en la Argentina.

En la misma obra aparece la opinión de Gabriel Valarín. El ñulista fue el segundo en irse a España. En este caso, fue en 1990, luego del Mundial de 1989, donde integró el plantel argentino: “Hice el contacto en Holanda y fui allá por un año. Estuve en el Paz y Compañía Torrelodones, club que ya no existe. Me fue bárbaro. Me hubiera quedado pero por ser extranjero, se me venció el permiso”.

Coincidentemente, Scheave y Valarín serían compañeros luego en el Newell’s campeón de 1994, dirigido por Vicente De Luise.

Leandro Planas fue el tercero. En 1996 jugó el Mundial de España y poco después, firmó para el Cefire. Actuó allí en 1998, desembarcando a continuación en Italia, donde pasó por varias entidades: “Ese torneo –el Mundial- nos marcó a varios chicos del grupo. Había representantes de clubes de Europa viéndonos y así me contactaron para viajar rápido a España. Fue una adaptación muy dura pero era lo que realmente deseaba de todo corazón: jugar en el exterior y demostrar lo que sabía. Dejé muchas cosas, familia, amigos, universidad y trabajo. Lo arriesgué todo y gracias a Dios se dio como había calculado.... Extrañé a morir, pero me sentía muy afortunado al poder vivir esa experiencia”, declaró en un reportaje para el mismo libro.

Foto: Valarín ante Nigeria, en el Mundial ’92. Poco antes, había jugado en el Paz y Compañía Torrelones, de España (foto: cunadelfutsal.com).

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