¿DE QUIÉN ES LA CULPA?
En
una noticia que salió a la luz hace unos días, se informaba que el 99 por
ciento de la población respira aire contaminado, de acuerdo a lo que dio a
conocer la Organización Mundial de la Salud. Miles de años atrás esto no era
así: Dios nos entregó un planeta sano y limpio para que lo habitemos. El
hombre, poco a poco, se encargó de deteriorarlo, de contaminarlo… Tanto, que la
tierra ha ingresado en un momento crítico, que debido al cambio climático y a
otros graves inconvenientes, la lleva a una situación desesperante. ¿Vamos a
seguir culpando a Dios, por las enfermedades, las guerras, el hambre y todo lo
que nos pasa? ¿No será tiempo de hacer una autocrítica y darnos cuenta de que
el propio ser humano, es el que por darle a espalda a su Creador, solo, solito,
se ha metido en un callejón del que no puede salir?
Un
sustento bíblico:
Quien
encubre su pecado jamás prospera; quien lo confiesa y lo deja halla perdón.
Proverbios 28:13.
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