Siendo muy chico, Cristian Guariniello perdió a sus padres y quedó al cuidado de unos tíos. Estuvo a punto de dejar el futsal por una lesión que define como «muy mala». Pese a todo luchó contra la adversidad y tuvo su gran alegría cuando su gol le dio a San Lorenzo el triunfo contra Pinocho, a cinco segundos del final.
El festejo azulgrana, derribando los carteles del Cedem. Oculto debajo de la montaña humana está Guariniello.
Una explosión de felicidad se apoderó del plantel azulgrana ni bien finalizó el encuentro con Pinocho. Y uno de los más emocionados era Cristian Guariniello, el hombre que selló el 4-3 a sólo cinco segundos de la chicharra. El «Pollo», sepultado por sus compañeros en un abrazo interminable, le dijo a La Voz del Futsal:
«Cuando entro esa pelota lo grité con todo. Sabía que me iba a quedar una... No sé por qué, pero como goleador, siempre tengo esa esperanza. No entraba más la pelota, hasta que entró. Estoy muy feliz por haberle dado la victoria a este equipo. Lo merecemos...»
A continuación, se refirió a temas que hacen a la vida sanlorencista y a cuestiones personales.
UNA MALDITA PUBALGIA. «Más allá de lo grupal, estoy muy contento también por mí. Sigo luchando contra una lesión muy mala. Pero hoy gracias a Dios se me dio. Pude hacer pie en la cancha, jugué bastante y no terminé cansado. La pubalgia, de a poco, la estoy dejando atrás. Pero sigo pensando que si no logró superar esto, dejó de jugar. Esta pubalgia me tiene cansado. Ahora
estoy viendo a un médico y parece que la cosa va bien. Jugar me hace más feliz en la vida, aunque esto es lo último que hago. El día posterior a los partidos siempre siento muchísimo dolor. Esto viene de hace como tres años. Hay siete u ocho partidos por torneo, que no puedo jugar. Llegué a ir a AFA tres meses seguidos, todos los días, de lunes a viernes. Me hice acupuntura, de
todo... Ahora espero que con este nuevo doctor tenga buenos resultados...»
SAN LORENZO CONTRADICTORIO. «Hay que meterle pilas porque se le ganó al mejor equipo. Es muy complicado llegar al campeonato, pero queremos terminar lo más arriba posible y apuntar a salir campeones en el Clausura. Por los chicos y por el cuerpo técnico. Trama es como un padre para nosotros. Nos mima, nos quiere... Y además por la dirigencia nueva, que nos está apoyando en todo. Este triunfo me dejó muy feliz, pero al mismo tiempo bastante triste. Porque le ganamos a Pinocho pero perdimos puntos increíbles. La concentración es lo que falla. Es bárbara contra Pinocho, con América. Pero falla contra Juvencia u otros contra los que entramos relajados. Los resultados lo dicen todo: quedamos muy lejos».
LO PRIMERO ES LA FAMILIA. «El futsal me encanta. Más allá de ser jugador, estoy trabajando en San Lorenzo como profe de escuelita y este año me anoté para hacer el curso de técnico con Franco Ióppolo, que es un amigo, y con mi hermano. Somos muy unidos y él me acompaña a
todos lados. Le gusta más que a mí y cuando yo agarre algún equipo trabajaremos juntos. Nosotros perdimos, de chicos, la mayor parte de la familia. En el 89 falleció mi papá, por un tumor. En el 99, mi mamá y también dos de mis abuelos. Quedamos al cuidado de unos tíos, pero
tenemos unos amigos de fierro. En San Lorenzo me ama toda la gente. La vida es así. Por algo se dan las cosas, por algo me los sacaron a ellos. Así que ahora espero que venga algo lindo. Cuando vienen el Día del Padre y el de la Madre, les digo a los chicos que estén con ellos, que es
lo mejor que te da la vida».
EL "POLLO" EN LA SELECCIÓN. Guariniello fue convocado por Larrañaga para el Grand Priox 2010. «La Selección es lo más lindo que me pudo haber pasado en la vida. Vestir una camiseta como esa es lo máximo. No me olvido nunca más el partido que entré, con Qatar, el año pasado. Jugué diez minutos, metí tres goles y fue una alegría inmensa»
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