«Si tengo algún enemigo, está adentro de San Lorenzo y no afuera», dijo el ex miembro de la Comisión de Futsal. Además sostuvo: "Me molestaban las quejas de los clubes invitados"
Durante ocho años, Eduardo Sabarese fue directivo del futsal de San Lorenzo y miembro de la Comisión de AFA. Con el cambio de autoridades acontecido tres años atrás, dejó de desempeñar esas funciones. Sin embargo, aunque desde otro lugar, sigue ligado a la actividad:
«A pesar de todo, todavía tengo la dicha de estar en el club que amo y en una disciplina a la que quiero mucho. Tuve la alegría de haber sido dirigente y haber laburado para el crecimiento del futsal. Ahora estoy de utilero, tanto de futsal masculino y femenino como de fútbol de campo femenino».
«Estoy muy conforme con mi labor actual. La que no lo está tanto, es mi mujer: le dejo fotos nada más (se ríe). Pero estoy bien, porque también mejoré en la parte monetaria».
«La función de dirigente se extraña. Veo que todavía sigue complicado el tema canchas. Eso, la verdad que yo lo hacía con amor. Me había concientizado mucho con la mejora de los gimnasios. Además, como era el que más tiempo libre tenía en la Comisión, me hacía cargo de varias cosas. Igual sigo conectado, me siento parte por más que no esté».
«Los hermanos Saponare son de los mejores amigos que tengo en la disciplina. Ricardo, siempre me decía que quería que colaborara con él antes de las eleccines. Cuando ellos ganaron, hubiera sido muy caradura de mi parte, pretender ocupar el lugar que había sido de él».
«A Mauricio (Catelani) lo aprecio un montón, pero es al que menos me cruzo. Al que más veo es a Pío Fernández. Es un buen amigo pese a que mucho cariño no le tira a San Lorenzo. Siempre discutíamos por eso (más risas). A los demás muchachos los aprecio a todos, en especial a un tipazo como Daniel Schwartz, de Arsenal».
«Extraño bastante la parte operativa y las estadísticas que hacía desde el fallecimiento del gran José María Lopolito. A mí me hubiera gustado que se diera el premio al fair play femenino. Porque entre las chicas, hay una camaradería que no la veo en los varones. Pero en la Comisión no le dieron tanta trascendencia al tema».
«Lo que no extraño para nada son las discusiones con la gente de los clubes invitados, que siempre se quejaban de que eran los más relegados en la AFA. Esas cosas me chocaban. Yo decía: ‘Cómo puede ser que desean tanto entrar y cuando lo consiguen, critican todo’. No sé cómo estará la situación ahora, pero en su momento, era una de las cosas que más me molestaban».
«Otra cosa que no extraño, son algunos roces entre los mismos miembros de la Comisión. En ese sentido estoy más aliviado por no pertenecer más a ella. Pero gracias a Dios, casi no tengo enemigos en el futsal. La mayor parte de la gente que me cruzo, me saluda con cariño».
«Lamentablemente, si es que tengo algún enemigo, está adentro y no afuera. Y no hablo de dirigentes. Por ahí hay dos o tres jugadores con los que no nos saludamos más. Pero yo tengo la conciencia tranquila. Siempre actué de frente y si tuve algún problema, lo dije en la cara. Y en cuanto a mi conducta con los árbitros, jamás tuve ni siquiera un apercibimiento».
«El futsal de San Lorenzo se está rearmando. Veo a los jugadores con una gran voluntad para salir adelante. Hay que destacar que más de la mitad del plantel es nuevo, pero igual tienen mucho sentido de pertenencia. Lo que le pasa a San Lorenzo le pasó a la mayoría de los equipos. Si el mismo Pinocho se desarmó y Boca compra jugadores a mas no poder. Hace poco discutí con gente que estaba antes en el club, decían que estos jugadores no sienten la camiseta. Pero el grupo es muy unido y el cuerpo técnico, uno de los mejores de la actividad. Yo los defiendo a muerte y creo que en el Clausura, seguramente, van a revertir la situación actual».
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