Hasta hace un par de años, Emiliano Massola era un chico de promisorio futuro en el futsal: se destacaba en la tercera de San Lorenzo, había sido convocado a una pre-selección juvenil y de a poco se iba asomando a la primera azulgrana. Sin embargo, en 2011 pasó a préstamo a Atlanta (entidad de la cual había surgido) y luego de jugar algunos partidos desapareció del mapa futbolístico. Ahora, regresó para dirigir a los Bohemios, pero en la Liga LAFA. Y pese a que apenas cuenta con 22 años, tiene a su cargo la tercera y la primera división, en la cual juega... su hermano Juan Manuel, que es ¡cinco años mayor! Pero la curiosidad no se limita a esta situación, porque hasta hace algunas temporadas, era exactamente al revés: Emiliano jugaba en las inferiores bohemias, donde era dirigido por Juan Manuel. Luego, este emigró a Barracas, UGAB, Pinocho, retornando en este 2013 a Atlanta, donde además de jugar en LAFA dirige la cuarta y quinta de AFA.
En cuanto a Pochi, conversó con La Voz del Futsal y, en principio, reveló el motivo de aquel alejamiento repentino:
-Me fui por cuestiones personales. Estaba muy ocupado. En ese entonces vivía sólo y llevaba la vida de un pibe más grande, no de uno de 19 años. Además estaba de novio... Era complicado. Me costaba tener la cabeza en el futsal. Y si a Atlanta yo no podía darle el cien por ciento, prefería dejarle el lugar a otro.
-Dos años después, ¿tenés ganas de empezar otra vez?
-Y... Me agarra el pellizco, pero por el momento estoy dirigiendo. La verdad que estoy lejos de volver a jugar. Más ahora que me ves con el cigarrillo en la mano.
-¿Eso es porque muchos técnicos fuman?
-Sí, y más yo, que tengo un par de cables sueltos (se ríe).
-¿Cómo te sentís como DT?
-Muy bien. Estamos haciendo una linda campaña. Ganamos tres y perdimos uno desde que arrancó la Copa de Plata.
-Y ahora se sumó Juan al equipo.
-Es raro. Todo lo que sé, toda mi formación, se la debo a él. Y ahora me toca dirigirlo. Como te decía, es raro. Pero también es un orgullo, una felicidad... Estoy viviendo un sueño.
-¿No podía ser al revés, como antes?
-No, eso ya pasó. Aunque si el día de mañana él agarra una primera y yo me esmero, se podría llegar a dar, si me tiene en cuenta. Pero es difícil.
-¿En qué te parecés a él como entrenador?
-En mucho. Pero algunas cosas son mías. A la hora de elegir jugadores y de resolver en determinadas circunstancias, decido yo.
-¿Qué pasaría si se le ocurre tirar un caño?
-No... Juan es inteligente y confío mucho en él. Pero si hace algo de eso en el área, lo saco.
-¿Ya lo sacaste?
-Claro, por algún error que cometió y porque el partido así lo ameritaba. Pero se la bancó eh...
-¿El te sacaba a vos?
-Sí.... y además me ha limpiado varias veces por hacer quilombo. Ahora me toca a mí (risas), si bien por ahora no tuvimos ninguna agarrada. Esperemos seguir así.
-¿Te corrige cosas?
-Si me tiene que marcar algo, lo hace. Y si le tengo que explicar algo que él no ve, también lo hago. Pero más allá todo, yo sigo siendo el DT y se la tiene que bancar.
-¿Alguna anécdota?
-Hace un par de fechas jugamos contra Comunicaciones y metió el gol de la victoria. Lo grité con el alma porque soy muy hincha de Atlanta y porque el gol lo convirtió Juan. Es una unión muy fuerte.
La primera de Atlanta. El último de los parados es Emiliano, el DT. El último de la fila inferior es Juan MAnuel, el jugador.
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