Yupanqui se quedó con el primer sudamericano senior disputado en la Argentina, al vencer a Pinocho 5 a 3, en cancha de los dueños de casa, pues en Villa Urquiza se diputó todo el certamen. Con su gran equipo conformado por muchos jugadores reconocidos (incluso uno como Planas, que aún está en actividad nada menos que en Boca) se impuso con justicia a un rival limitado en cantidad de jugadores, dado que sólo consiguió presentar los cinco reglamentarios (no estuvieron Mónaco, el Pepe Basualdo, el Betito Carranza, el Pipa Goberville ni Hernán Lomba, estos dos últimos por una decisión de los organizadores bastante discutida por los locales).
No obstante, Pinocho fue un complicado oponente para Yupanqui, y hasta fue el que inauguró el tanteador. Pero el mayor recambio y las cualidades técnicas de sus futbolistas, terminaron por inclinar la balanza para los Traperos en el segundo tiempo.
En el encuentro por el tercer puesto, Bohemios de Uruguay venció a Jorge Newbery 8 a 2.
SALDOS Y RETAZOS
Leandro Planas junto a Marcos Balzano. El jugador de Boca fue convocado para la final y respondió a las expectativas de sus compañeros aportando una jerarquía decisiva. El arquero de Pinocho, fue figura en su equipo y resultó gravitante para que Yupanqui no convirtiera en proporción a las situaciones que generó. Santiago Elías, uno de los espectadores de lujo que tuvo la final. El arquero de Pinocho concurrió para alentar a su equipo y, especialmente, a Marcos BAlzano, uno de los guardavallas de su escuela.
El partido se disputó en el mediodía del feriado lunes, ante una convocatoria, que, según puede apreciarse en la foto, fue más que interesante.
Carlos Sberna jugó para Jorge Newbery, equipo que realizó un muy buen campeonato pero que por poco quedó afuera de la final (luego caería por amplitud por el tercer puesto). Cacha confirmó que se alejó de la dirección técnica de El Talar por razones personales. El plantel superior, es ahora dirigido por Guido Catelani, coordinador del futsal en la entidad de Pueyrredón.
Adrían "Faryd" Prieto, un símbolo de América del Sud, actuó para Pinocho a lo largo del torneo. Tratando de disimular algún kilo de más y un pasado como arquero, su rendimiento no desentonó en ningún momento.
¿Quién será este motoquero? Por el casco y los lentes, su rostro se ve poco y nada, pero los que lo conocen un poquito tal vez logren adivinar que debajo del camuflaje está nada menos que Pablo Salvador. El árbitro de la final estacionó su moto al lado del vestuario y como un parroquiano más, se retiró tras el deber cumplido.
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