mayo 24, 2020

LA HISTORIA DE LA SELECCIÓN - EL DEBUT INTERNACIONAL


Argentina en su debut internacional, en el Coliseo de Brasilia. Parados: Valarín, Tin, Andrisani, Castiñeira, Fagundez y Carfagna. Hincados: Scheave, Ferreyra, Romero, Acuña y López. Siete jugadores rosarinos (cinco de Newell’s, dos de Central) y cuatro capitalinos conformaron la primera Selección, que tuvo actuación más que digna en un torneo de mucha jerarquía.

En el Torre Hotel del barrio Chacarita comenzó el sueño de este grupo de jugadores cien por ciento amateurs: tres días de concentración y avión a la capital brasileña  para participar de un torneo que aún poseía carácter experimental. Al futsal todavía no le habían quitado los pañales y algunas reglas aún se estaban ensayando. A pesar de ello, en Brasil tomaron el evento como un gran acontecimiento  y dotaron al campeonato de una colosal infraestructura. Asombrados por lo que sucedía a su alrededor, los argentinos comenzaron con el pie derecho y el bautismo internacional fue un triunfo ante Portugal. Esa sería la única alegría del equipo de De Luise. En la segunda presentación, también se jugó muy bien. Castañeira marcó el único gol del 1-1 ante Bélgica, un seleccionado muy fuerte en aquella época. En tercer  turno, llegaron los dueños de casa. Con Brasil se jugó de igual a igual, inclusive la Selección estrelló tres pelotas en los palos. Cuando faltaban cinco minutos y con el partido ya 5-3, Castañeira marró un penal, perdiéndose la chance de lograr un resultado más decoroso aún. Brasil utilizó a varios cracks del fútbol de campo: todavía no tenían bien en claro que actitud tomar con respecto a un incipiente futsal que, pese a aquellas dudas, muy pronto explotaría en el país vecino.
El último encuentro del grupo, con Chile, finalizó empatado. Argentina debía ganar sí o sí para entrar a semifinales, pero los chilenos mantuvieron el empate, de modo tal que la Selección debió dirimir con España -el tercero de la otra zona- el quinto puesto.
Aquí, el técnico introdujo variantes, dándoles chances de actuar a jugadores que no habían ingresado. Por ejemplo, Carfagna y Scheave, quienes a partir de entonces tendrían una destacada trayectoria internacional. Sólo por un gol de diferencia España salió victorioso y se ubicó quinto. Quedó aquí un sabor amargo, pues con el partido empatado, a un minuto del final, López malogró un penal y tras esa jugada vino el gol del triunfo español. Mientras, en el choque por el campeonato, Paraguay (con su plantel campeón de FIFUSA) le empataba a Brasil y lo vencía por penales.
Pero más allá de cualquier  resultado, lo verdaderamente  importante estaba a la vista de todo el mundo: al futsal lo esperaba una larga existencia.


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