"Che, voy a ver si viene alguien..." parece estar pensando la señora Estela -la boletera oficial del evento-, que, asomada a la puerta de entrada, aguarda el ingreso de los espectadores. Es que era muy temprano y el grueso del público, arribó sobre la hora.
Este sí que la pasó bien... Muy cerca del portón de ingreso, un can dormitaba sin importarle en lo más mínimo lo que sucedía a su alrededor. Cuando el partido terminó y el público, apurando el paso, osó molestarlo, se incorporó y tranquilamente, se fue a reposar a otro rincón.
Un campeón del mundo de boxeo, muy atento al futsal (aunque la mirada clavada en su celular, indique lo contrario). Víctor "El Tyson del Abasto" Ramírez, quien hace poco se consagró campeón crucero de la OMB, presenció el partido junto a su familia. Se trata de un hombre de la casa, pues el título mundial lo conquistó en abril, en este mismo estadio de La Ñata.
Como ya manifestamos tras el partido del sábado, el drone que sobrevoló el estadio fue el "chiche" (y no Ferro) tecnológico del evento. Aquí lo vemos en reposo, junto a su conductor, que rápidamente lo metió en el bolso una vez que el aparato terminó de hacer su recorrida por los aires del gimnasio.
Dos de los tres guardianes del arco (el otro fue Sarmiento) o, mejor dicho, dos locos lindos: José Mandayo y Emiliano Loreto, más allá de esta convocatoria, tienen unas cuantas cosas en común. Elegimos una: el apodo "Luis Sandrini". Es que como al legendario actor, "te hacían reír y llorar al mismo tiempo". Claro, eso se corresponde más a épocas pasadas, donde con su estilo arriesgado, provocaban taquicardía en los hinchas de sus propios equipos. Ahora, que la madurez parece haberlos alcanzado, la Selección llegó como premio a las innegables condiciones que tienen.
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