noviembre 23, 2015

"EN LA METRO SE JUEGA MÁS BABY, EN CAMBIO ESTO ES MUCHO MÁS COMPETITIVO"


Juventud no corrió riesgos en la lucha por quedarse en Tercera División, si bien tampoco llegó a involucrarse en la pelea por subir de categoría. Su técnico, Mauro Enrique, así ve la campaña del elenco de Tapiales.
-Esta posición en la que estamos es la que realmente merecemos. Hemos perdido puntos claves y tampoco pudimos sacar ventaja con los equipos que están arriba nuestro. La tabla está bien.
-¿En las fechas finales, cómo se hace para salir a la cancha motivados si no se pelea por nada?
La desafiliación nunca fue un problema, y cuando en algún momento estuvimos cerca de los de arriba, no terminamos de definirnos como candidatos. La motivación entonces pasa por tratar de salir lo más arriba posible. Un cuarto o quinto puesto sería bueno, más que nada, por el prestigio de cada jugador, el orgullo personal de cada uno. Para el año que viene, estemos nosotros u otro cuerpo técnico, no es lo mismo haber quedado en esa posición, que en mitad de tabla.
-¿Seguís el año que viene?
-Tenemos que sentarnos a hablar. En estos días nos reuniremos con el resto del cuerpo técnico y la dirigencia.
-¿Tenés ganas de continuar?
-Claro. Esta fue mi segunda temporada. Hace dos años el presidente me ofreció el cargo. Yo ya había jugado en el club y después, como técnico, dirigí en la Metropolitana. Pero lo del futsal fue una experiencia bárbara. Ojalá podamos continuar, ya sea acá o en otro lado.
-¿Qué recordás de tu etapa como jugador de Juventud?
-En el primero llegamos a playoffs y en el otro nos quedamos en la puerta. Jugaba el Chino Fernández, que hoy ataja en Alvear, Diego Provenzano (El Porvenir), el Tano Destasio (Instituto de Córdoba) y muchos más. Con varios todavía tengo relación. Jugué dos años.
-Vos primero jugaste fútbol de campo. Repasemos tu campaña. 
-Empecé en Chicago. En la década del 90, debuté en primera. Después jugué en varios equipos de la C y la D, como Yupanqui, Urquiza, Claypole, Liniers, Centro Español. Ahora sigo jugando para Chicago pero en el torneo senior de cancha de once. Algunos compañeros son Pochola Sánchez, Mingo Jesús, Facundo Argüello, ataja César Velázquez... Todos jugadores de la buena época del club.
-¿Además jugaste fútbol de salón en la Metropolitana?
-Sí, en Villa Constructora, donde también dirigí. Hicimos muy buena campañas, con un ascenso incluido. Por eso después también se me abrieron las puertas del futsal.
-¿Cuál es la mayor diferencia que encontraste? 
-Esto es mucho más competitivo. En Metro se juega más baby. Tal vez sea más vistoso, al ser de gran ida y vuelta. Pero esto es más estratégico, de mejor nivel.
-¿Por dónde pasan las mayores dificultades en una institución humilde como la de ustedes? 
-Si por ejemplo uno tiene un buen plantel como pasa en Juventud, y quiere traer un par de refuerzos para dar el salto de calidad, se complica un poquito, porque ese jugador va a necesitar cobrar algo y el club no está en condiciones. Además, está el tema que un integrante del plantel en la semana quizás falta a entrenar por equis motivo, y uno trata de ser comprensivo, porque ese jugador no percibe ninguna remuneración. Nuestros jugadores siempre tuvieron buena predisposición en ese sentido, aunque igual una institución donde se hace todo a pulmón, es la que más sufre este tipo de situaciones.
-¿El técnico también debe desdoblarse para cumplir diversas funciones?
-Sí, igual nosotros tenemos algo que no vi en todos lados, y es que hay tres o cuatro personas que colaboran muchísimo en todo sentido. Por suerte tenemos gente que está muy metida en el club y pone un gran esfuerzo para que esto continúe.

No hay comentarios: