-¿Qué opinás del partido que la fecha pasada le ganaron en los instantes finales a sus escoltas de Gimnasia?
-Sabíamos que iba a ser muy duro, que teníamos que estar muy atentos en la marca, ellos juegan muy bien pero nosotros tuvimos lo nuestro. Erramos goles claros, después, lo que pasó en el final es fútbol, se dio así. A nosotros el año pasado nos pasó lo mismo: perdimos un partido y nos empataron otro faltando segundos, eso demuestra que hasta que no termine, todo puede pasar.
-¿Qué es lo mejor de Don Bosco?
-El ataque, el dominio de pelota, las ganas que tenemos antes de jugar cada fecha. Es increíble: yo los veo a los chicos como entrenan, que se matan, es un orgullo ser parte de este plantel donde hay tantos amigos, y saber que cada compañero va a dejar todo por el otro. Eso es buenísimo.
-¿Y lo que todavía les falta mejorar?
-Creo que tenemos que seguir mejorando en la marca, en marcar arquero jugador, no digo que lo hagamos mal pero tenemos que mejorarlo y estar un poco más finos a la hora de definir.
-¿El objetivo que se habían propuesto en el comienzo era el de ser campeones?
-El primer objetivo es el de ascender, eso es lo que queremos todos. Después, seguro que si estás ahí arriba querés salir campeón. Pero lo tomamos con mucha tranquilidad, los más grandes antes de cada partido siempre recalcamos que esto es muy largo, que falta mucho, y que hay que salir a la cancha como si fuera la primera fecha del campeonato.
-¿Qué pensás del hecho de compartir equipo con tu sobrino?
-Con Maxi somos como hermanos. Siempre fue nuestro sueño juntos en un club, nunca se pudo dar pero se concretó gracias a Gerardo Anchava y al DT, que hicieron todo para que él pueda venir de La Ñata. Siempre les voy a estar agradecido. Nosotros tenemos un equipo en el barrio que se llama Los Cirujitas de Tablada. Jugábamos por plata pero ahora ya no nos dejan ja... Siempre jugamos juntos ahí. Íbamos a jugar a todos lados, a lugares muy jodidos: la villa 1-11-14, a Fuerte Apache. Siete compañeros del club son del barrio y todos jugamos en ese equipo.
¿Cuál es tu trayectoria en el futsal?
-Sólo jugué en Don Bosco. Estoy hace cuatro años. Fui a entrenar y me pidieron que fiche. De a apoco me fui enganchando, porque ahi mucha gente buena. Al futsal me adapté rápido. Gracias a todos esos partidos de potrero se sacan muchas mañas. Con mi hijo Román me pasa algo muy loco: él va a cumplir 9 años y juega futsal en el club hace 2, mientras que yo tengo 35 y juego futsal hace 4 años.
-¿Te gustaría agregar algo?
-Sí, saludar al club Ateneo Mariano Necochea, de donde salimos ocho jugadores que ahora estamos en Don Bosco.
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