

Fabio Pérez eligió para los festejos un puntiagudo sombrero, al cual le dio múltiples usos, por ejemplo, para realizar actos como el que se observa en la foto de arriba. A su compañero Carlos "Banana" Alvarez no se le ve la cara, pues rápidamente manoteó el adminículo de la fotografía, y prefirió que esa zona de su cuerpo sea la más visible a la hora de retratarse para la posteridad.
El resto de los jugadores también exhibió su felicidad, aunque de un modo más discreto. Hablando en serio, este es nuestro homenaje a un grupo de amigos que -bajo diferentes nombres de equipos- viene arrasando desde hace algunos años con todos los torneos de la especialidad, aunque seguramente, el hecho de divertirse con la pelota como excusa, resulta para ellos más valioso que las numerosas vueltas olímpicas que dieron.
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