Como en aquella final contra Pinocho, Emiliano Loreto volvió a ser decisivo en un partido importante. Esta vez, casualmente, fue el 1-0 ante River, resultado idéntico al de la final del Nacional. Luego del valiosísimo éxito xeneize, el arquero dialogó con La Voz del Futsal:
-¿Cómo viste el partido?
-Se dio como se esperaba, los dos equipos no querían regalar nada y por eso creo yo que se arriesgó poco en lo individual. en cada pelota que llegaba al arco se dejaban todas las fuerzas porque se sabe que en estos partidos tan cerrados la mínima diferencia a veces alcanza como para ganarlo y el marcador final muestra esto. Estos clásicos son desafiantes y competitivos por donde los mires, técnicos muy capaces tratando de imponer sus ideas y jugadores de excelentes condiciones intentando plasmarlas dentro de la cancha, de todas maneras estos partidos son muy friccionados, no tenés mucho tiempo para pensar y que te salgan las jugadas claras, quizás capitalizando algún error o alguna jugada aislada te hacen ganar el partido. Por suerte nos tocó ganar para seguir demostrando para qué estamos y para darle la alegría a toda la gente que quiere lo mejor para nosotros.
-Fue tu primer súpeclásico.
-Y estoy muy feliz por haberlo ganado, son partidos que no se pueden perder de ninguna manera, se juega a muerte en cada pelota y se deja la vida dentro de la cancha. Un hermoso triunfo.
-¿Te sentíste figura?
-No, de ninguna manera. El resultado creo yo que fue por la mínima diferencia porque Nico Sarmiento tuvo una gran noche, sobre todo en el primer tiempo donde pudimos marcar con varios mano a mano y algunos tiros de larga distancia, pero Nico estuvo muy sobrio para impedir que sean goles. quizás no fue nuestro mejor partido en lo defensivo, pero en el primer tiempo no lo sufrimos tanto. en el segundo tiempo ellos se vinieron un poco más, lógicamente a buscar el empate y ahí algunas me tocó sacar, pero nada de figura, es mi trabajo, para eso estoy. La figura en todos los partidos es el grupo, la prueba mas clara se puede ver en la tabla de posiciones, de 10 partidos se ganaron los 10. En Boca prevalece lo colectivo, por sobre todas las cosas. Ojalá podamos mantener todo esto.
-Están más cerca que nunca del título tras esta victoria.
-Yo aún no me siento campeón del Apertura, todavía no es hora de festejar. Seguimos fecha tras fecha, tratando de demostrar todo lo que sabemos. Pero faltan partidos contra muy buenos equipos-, reflexiona Emiliano Loreto cuando se le hace notar el puntaje de Boca y lo cerca que está el título.
Este año, Loreto llegó de Country y sólo unos meses después de su incorporación, tuvo la alegría de ser campeón del Nacional actuando como titular en el arco xeneize. Como frutilla del postre, fue figura en la final con Pinocho, mantuvo en cero su arco y anotó un gol en el de Elías:
-Ganamos muy bien el Nacional. Fuimos muy contundentes en todos los partidos. Recibimos un solo gol en contra. Eso demuestra nuestra solidez. En la final sabíamos que Pinocho iba a venir con todo. Al que le salieran las cosas que se trabajan en la semana, sería el ganador. Y bueno, por dos pequeños detalles, se ganó.
-¿Y cuando entró esa pelota sobre la chicharra?
-La alegría fue inmensa. Cuando estaba en el aire sentía que podía entrar. Ya lo veía a Santi que no llegaba. Después, lo primero que hice fue pasar del otro lado de la cancha para que no saquen rápido. Y al final, felicidad, alegría... Lo busqué durante mucho tiempo a esto».
-¿Qué te dijo Elías?
-En el momento, nada. Está todo más que bien con él. De vez en cuando charlamos. Ahora vamos 4 a 2. El me metió 4 goles y yo, la mitad. Me faltan otros 2 para alcanzarlo.
-¿Fuiste el héroe de esa final?
-Nooo, me tocó hacer un gol, me tocó atajar bien, pero nada más. Uno trabaja para eso.
-¿Cómo es tu relación con Guisande?
-Espectacular. Javi es una maza. Hablamos mucho, pensamos parecido. Trato de aprender de él y disfrutar de los entrenamientos a su lado.
-¿Te da algo de culpa haberlo relegado al banco?
-No. Para mí el arco de Boca tiene el nombre de Javier Guisande. Yo respeto su lugar. Cuando Christian (Meloni) me llamó le dije que iba a luchar por ganarme el puesto y las circunstancias se fueron dando para que jugara yo.
-Antes eras muy salidor. ¿Ahora estás arriesgando menos?
-Sí, hace un tiempo que cambié el estilo de juego. Estoy más sereno, más confiado. No tengo más esa locura. Los años ayudan a que uno madure. Aparte este es el lugar donde siempre quise estar.
-¿En serio?
-Si lo ves del lado profesional sí. A nivel profesional Boca siempre estuvo un paso adelante, junto con Pinocho. Si uno quiere crecer tiene que estar en los mejores lugares.
-¿Qué implica jugar en Boca?
-Significa tener un poco más de protagonismo en cada cosa que se hace. En Independiente, Country y Modelo, gracias a Dios, había tenido buenos campeonatos. Pero acá todo repercute más. Yo hace 14 años que juego al futsal y siempre trabajé para que las cosas me salieran bien. Nunca había tenido la posibilidad de ser campeón en nada hasta este Nacional. Así que ahora que se dio, lo quiero disfrutar.
-Acabás de mencionar a Independiente, la entidad en la cual jugaste casi toda tu vida.
-Es un dolor muy grande verlo así. Pero yo esto lo veía venir. Cuando me fui del club sabía que las cosas estaban muy mal. Tanto en lo deportivo como en lo institucional. Los nuevos dirigentes me parecieron muy malos. No se preocuparon por nada. Gran parte de la culpa es de ellos. Creyeron que de la única manera que el club podía salir adelante era yéndose a la B en todo. Y eso fue lo que ocurrió: descendieron el fútbol, en futsal, y hasta en básquet. Estoy muy dolido. No veo un cambio cerca y los dirigentes no tiene experiencia como para sacar esto adelante.
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