julio 12, 2013

«En Morón el compañero siempre está para darte un beso y un abrazo»

Cristian Intorre y David Folle

«Esto se da en base a la unión del grupo», destaca Cristian Intorre, una de las figuras de un Morón que está realizando una campaña que le permite ilusionarse con ser uno de los equipos que luchará por el ascenso a Primera. El Gallito, estuvo una buena cantidad de partidos como líder absoluto de la Zona 6 y por más que un par de traspiés hicieron que perdiera la punta, su clasificación es un hecho. "Desde febrero estamos entrenando con un solo objetivo, que es el de mantaner la categoría. Gracias a Dios, se nos está dando», cuenta Intorre, mázimo goleador del Gallito.
«Gran parte de mi vida es el fútbol, aunque al futsal me dedico desde hace tres años. Yo jugaba en Argentinos, entrné en Vélez, en River... Llegué hasta la sexta de los Bichitos y tuve que dejar por el colegio. Ahora, trabajo en una empresa constructora como empleado administrativo», indica este jugador cuya experiencia en la actividad había sido nula hasta hace 2012. «A Morón se le puede llegar a dar este año. Por algo estamos ahí arriba. En lo personal también es un lindo momento. Mi máxima virtud es que estoy donde tengo que estar. La meto. Igual, me falta corregir mucho, en esto del futsal tengo que aprender bastante todavía», reconoce, antes de cederle la palabra a compadre de dupla ofensiva, y también compañero en este entrevista: «¿Cómo lo veo a Folle? ¡Es un crack!», remata.

«Por suerte a nivel grupal nos están saliendo las cosas, por eso resalta también lo personal». David Folle tuvo un comienzo fulgurante en el futsal de Morón, dos años atrás. En la campaña de 2011, había tocado la barrera de los 40 goles en el equipo de Canella. Hoy, parece haberle cedido aquella capacidad goleadora a Intorre, para cumplir funciones de asistidor: «Sacarme algún rival de encima y darle el pase a un tanque como Cristian, que cuando la agarra la mete, es la fórmula que nos dio buenos resultados este año, donde las cosas nos están saliendo tan bien. Más allá de ser un buen equipo, acá somos todos amigos, y eso es un plus con respecto a otros adversarios».
Esa variante en su juego, según Folle, tiene su explicación: «El primer año hice tantos goles porque éramos cinco o seis jugadores que íbamos a todos lados a defender la camiseta. Se me dio mucho porque no había recambio. Pero ahora es diferente, y meterla en el arco contrario, es trabajo de los pivots como Cristian».
La reflexión de Folle lo habilita a hacer memoria y referirse a cierta posibilidad que tuvo de pasar a otras instituciones. «Sé que se contactaron con nuestro técnico, pero me quedé por amor a la camiseta y porque quiero ascender con mis compañeros. Ese es mo objetivo, si bien hoy por hoy la meta principal es la de mantener la categoría. Si el día de mañana se me da una transferencia, bienvenida sea, pero a este grupo le debo mucho y por ahora decidí quedarme».
Los antecedentes de Folle también están vinculados a cancha de once: «Practiqué con la primera de Morón a principio de año. Me ofrecieron probarme y me animé. No quedé en el plantel, pero fue una experiencia muy linda». Hoy, David está desocupado: «Habitualmente hago changas, soy un pibe de barrio que no tiene problemas en laburar de lo que sea».
A su criterio, el hecho de que un equipo compuesto por jugadores sin experiencia en futsal, pelée la punta, tiene su explicación. «Que seamos tan unidos en las buenas y en las malas es uno de los secretos. Acá en Morón, el compañero siempre está para darte su apoyo, un beso y un abrazo. Eso cuenta mucho. En lo futbolístico, gracias a un técnico como Daniel (Canella), que sabe tanto, estamos donde estamos».

No hay comentarios: