Hoy: Diego Crosa
En el ambiente del futsal pocos eran los que lo llamaban por su nombre. En cambio, se lo conocía como el Chango. Parque fue su única camiseta. Debutó en la primera tricolor en el 2000, siendo un juvenil que venía destacándose en la reserva, y rápidamente se consolidó en el plantel superior. A fuerza de garra y actitud -pero sin ser ningún negado con la pelota- en escaso tiempo se convirtió en un símbolo del club.
No obstante, cinco años después de su debut, dejó de jugar. Misteriosamente, no se lo volvió a ver por las canchas del futsal. Ni como jugador, y tampoco, siquiera, en el rol de espectador.
Como curiosidad, cabe acotar que es homónimo de aquel futbolista rosarino de cancha de once, que actuó profesionalmente en Newell's y Boca.
1 comentario:
Mí viejo
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