diciembre 08, 2015

CUANDO SE HACÍA LA HORA....¡KIMBERLEY CAMPEÓN!


El campeonato de tercera en Primera División ya tiene dueño: Kimberley. Al vencer a Glorias 4-3, el conjunto de Devoto obtuvo la máxima alegría, pues su escolta Hebraica -también de gran campaña- no podrá alcanzarlo en la fecha que resta para concluir el certamen.

El equipo dirigido por la dupla Santiago Basile-Emanuel Santoro debió sufrir para finalmente poder festejar. Es que necesitaba el triunfo sí o sí para consagrarse en esta fecha. De lo contrario, la cosa se le podía complicar dado que en la jornada final, visitaba a La Ñata (campeón del Apertura) y Hebraica, lo hacía ante el más accesible Estrella de Boedo. El empate ante Glorias hubiera dejado a Kimberley tres puntos arriba de Hebraica -que ya había sumado de a tres- y si bien el primer puesto estaba de esa manera asegurado, el título hubiera seguido siendo una gran incógnita.

Pero en definitiva Kimberley logró su objetivo, aunque lo que tuvo que trajinar para ello, merecería un comentario aparte, pues el gol de la victoria lo conquistó ¡con el cronómetro en cero! Efectivamente la chicharra sonaba cuando el balón impulsado por Paredes trasponía la línea de meta, decretando un 4-3 festejado hasta las lágrimas por jugadores, cuerpo técnico, dirigentes e hinchas, todos unidos en un impactante grito de desahogo.

El partido nunca resultó fácil para el campeón. Glorias, que poco días atrás también le había ganado a Hebraica, se encargó de complicarlo durante la mayor parte del trámite. Si bien Kimberley fue el que abrió el marcador, cuando quizás se vislumbraba una noche tranquila, la visita lo dio vuelta antes del término de la etapa inicial. Un planteo correcto y el hecho de haber capitalizado un buen porcentaje de situaciones de gol, le permitió a los de Tigre irse en ganancia 2-1 en base a recursos muy bien utilizados.

El ST no obstante, fue decididamente del local, que no se guardó nada y salió a jugársela en busca del arco contrario. La cancha se inclinó y las situaciones comenzaron a multiplicarse. Llegó el empate apenas arrancó el período, pero ello no fue impedimento para que la presión continuara en forma constante. Entonces, lo que empezó a sobresalir, fue el férreo trabajo de la defensa visitante, bien apuntalada por su arquero Otero, que salvó una y otra vez a su equipo. También los palos jugaron a favor de Glorias. Y hasta dos sextas faltas tuvo el Celeste a su favor. Ninguna, pudo transformarse en el ansiado 3-2.
Hasta que a dos minutos del cierre, Paredes agarró la lanza, enarbolando un ataque que culminó en un tiro rasante del mismo jugador. La pelota entró mansita y todo Kimberley festejó lo que se palpitaba como el campeonato.
Claro que Glorias no estaba muerto. Y además tenía muchas ganas de amargarle la fiesta al puntero, así como ya lo había hecho con su escolta. El DT Rossi hizo adelantar al arquero Otero y puso nuevamente en aprietos a su rival gracias a su arriesgado plan. Y faltando ¡seis segundos! llegó el empate. Nadie lo podía creer...
Luego de un tumulto en el que resultó expulsado Fernández, el jugador que señaló el 3-3 (por sacarse la camiseta y gesticular el juez Riccio le mostró inmediatamente el camino al vestuario) el juego se reinició. Pese al golpe que lo dejó al borde del nocaut, Kimberley encontró fuerzas para ensayar un nuevo ataque. Paredes tomó el balón, avanzó sobre el área adversaria, y cuando el cronómetro llegaba a cero, sacó un furibundo remate que se incrustó junto al palo. Diego Riccio señaló sin dudar el centro del campo, convalidando el increíble 4-3. Obviamente, ya no había tiempo para mover del medio. El público penetró en el rectángulo y se confundió en interminables abrazos y besos con los protagonistas. Después de los festejos, dio comienzo la primera. Sin embargo, esta vez, el plato fuerte de la jornada, había sido el preliminar.

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