diciembre 06, 2018

NO SÓLO DE FUTSAL VIVE EL HOMBRE


Allá por principios de la década pasada, un grupo de pibes empezaba a dotar a Pinocho de una jerarquía que pronto los llevaría a los primeros planos del futsal local. Un excepcional equipo compuesto por jugadores del semillero, saltaba de inferiores al plantel superior conducido por Jorge Maldonado. Varios de esos chicos, aunque en camadas diferentes se fueron afirmando en la primera y a través del tiempo, le dieron al club una larga cosecha de títulos.
Por diferentes razones, otros fueron quedando en el camino. Es el caso de Gerardo "Cuchara" Iovanna, quien actuó reiteradamente en tercera, y luego cogó los botines, habiendo jugado a cuentagotas en la división superior. Iovanna también se desempeñó como utilero del espectacular conjunto que de la mano de Facundo Ruscica dio la primera vuelta olímpica de la historia de Pinocho en la A.

A continuación el futsal le perdió el rastro. Hasta que un par de años atrás, regresó como parte de la nueva dirigencia que asumió en la entidad de Villa Urquiza. "Después de mi etapa como jugador y de colaborar en la utilería, viajé a España y ahí me quedé por muchos años", le contó a La Voz del Futsal. "Me dedicaba a hacer instalación y reparación de aire acondicionado, no me iba mal en el trabajo, pero hace un tiempo decidí volver al país y trabajé en el puerto, haciendo ese tipo de tareas de mantenimiento".
En su nueva función dirigencial, permaneció algunos meses, si bien las razones laborales no le permitieron continuar en la medida de lo esperado: "Necesitaba dedicarle más tiempo al trabajo, entonces, seguí con lo del puerto y al mismo tiempo abrimos una panadería en Colegiales, con mi hermana y mi cuñado", explica Cuchara. "Traté de hacer las dos cosas al mismo tiempo, pero llegó un momento que el empleo en el puerto no dio para más. Era demasiado. Me agarró una especie de estresaso, por eso decidí dejar todo y meterme de lleno en mi proyecto familiar".
Los últimos días de este año encuentran a Iovanna al frente de Sant' Angelo, su panadería de la calle Zabala al 3300. "Ahora estoy más tranquilo, con más tiempo para mí, tratando de hacer crecer el negocio y yendo al club, aunque menos que antes. Estoy enterado de lo que pasa con el futsal, conservo muchos amigos de aquellas épocas y el contacto con ellos no se pierde por más que nos veamos con menor frecuencia", comentó con su simpatía habitual.  

No hay comentarios: