Javier Arce (foto), técnico de las inferiores de San Lorenzo y jugador de la primera del mismo equipo, le hizo llegar personalmente una carta a cada uno de los padres de sus dirigidos. La Voz del Futsal tuvo acceso a esa notificación, y con el permiso de Arce decidió publicarla, ya que esa notificación podría ser trasladada a cada una de las instituciones sin que pierda su esencia. Sin dudas, es una excelente medida para llamar a la reflexión de todos los padres de nuestra actividad.Señores padres:
Me dirijo a ustedes con todo respeto. El caso por el cual son estas líneas, es porque veo en muchos padres que la reacción cuando sacamos a su hijo de la cancha es la de un hincha ofuscado y muy fanático. No se fijan que hay chicos que no ingresan en todo el partido. Ellos quieren estar siempre, pase lo que pase.
Muchas veces lo que los chicos quieren es permanecer en el grupo. Para nosotros, los técnicos, es muy importante que ellos estén bien y que los más grandes den ejemplos de cómo deben comportarse. Yo soy el primero que se pone mal cuando un jugador no puede ingresar al menos un minuto porque sé lo que se siente estar afuera. Tuve –tengo- la suerte de actuar en la primera de San Lorenzo. Comparado con los más chicos, ya pasé esa etapa. Pero hay algo que no cambia: el seguir aprendiendo. Siempre hay tiempo y por tal caso yo quiero que entiendan que esto no es un club de baby, donde muchas veces juegan todos, y todo el partido. El futsal es más competitivo, tiene otros ingredientes.
No seamos tan fanáticos, miremos un poco para adentro, aceptemos cuando nuestros hijos tienen un mal día, un mal partido. O cuando no están concentrados adentro de la cancha. Aceptemos que quizás no tengamos a un Riquelme, Aimar, Tevez, Agüero o a un Messi... ¿Diferentes? Hay muy pocos. Por suerte, nosotros contamos con algunos. Disfrutemos del buen fútbol, acompañemos a nuestros hijos y apoyemos al equipo, juegue quien juegue, porque el grupo lo necesita. Hay un objetivo y no estamos lejos.
Gracias a los padres que sepan entender. Y a los que no lo entiendan, sepan disculparme. Y gracias también.
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