Argentinos venció 4 a 1 a Platense, en la vuelta del viejo clásico tras varios años de no enfrentarse. Era la primera vez que lo hacían en Segunda División, debido a que a partir de 2007, estuvieran siempre en categorías diferentes.
Argentinos se impuso con justicia, considerando que fue más efectivo que su rival. Sin embargo, si se contabilizaran las situaciones de gol en uno y otro arco, el local no hubiese merecido irse con las manos vacías. Pero claro, en fútbol (y en futsal) los merecimientos quedan de lado a la hora de sumar las pelotas que ingresar. Y aquí, no se puede cuestionar que Argentinos, resultó el equipo más contundente.
A los 7' del PT se colocó en ventaja a través de Bottini (empujó una pelota en el segundo palo). Poco antes, RAnieri le había ahogado un grito de gol a Maruri. Sería el preanuncio de lo que pasaría en el resto del trámite, donde un arquero visitante se convertiría en la peor pesadilla para el Calamar, tapando enrome cantidad de veces las intenciones locales de acceder al gol.
A los 17' el Goma le atajó una sexta falta a Pinto, en otra muestra de la noche impecable que protagonizó. Y cuando Platense más fuerza hacía por llegar al empate, llegó el 2-0, en una contra muy bien resulta por Bottini, tras pared con Romero a los 3' del ST.
Para el local fue un golpe duro, pero no bajó los brazos y continuó asediando a Ranieri, que siempre respondió con eficacia. Y tan eficaz como el arquero, también lo fue la contra de los Bichitos, que a los 5' llegaron al 3-0 por intermedio de Alonso.
Enseguida, el descuento de CAlvo (una estupenda media vuelta que esta vez el Goma no logró detener) significó un aliciente para los dirigidos por Sberna, en un momento en que todo parecía derrumbarse. Eso le dio vida al partido y a Platense, que siguió presionando en la medida de sus posibilidades.
Pero Argentinos de a poco comenzó a tomar el control del campo y el balón, creciendo figuras como Mitelli, Piqué y Castañarez, que sería el autor del 4-1 a los 15'.
Luego del cuarto, el desgaste y la desesperación del calamar, provocaron que el roce físico fuera en aumento y las infracciones se sucedieron hasta llegar a la sexta falta, sobre la hora del cierre ejecutó Catelani. Iezzi contuvo el remate. En el rebote, el mismo Gastón mandó la pelota a dormir a la red, al tiempo de que la chicharra sonaba (los árbitros no lo convalidaron por considerar que el tiempo estaba cumplido) y le daba a los dirigidos por Coronel su mayor alegría del año hasta el momento.
SALDOS Y RETAZOS
Un lleno total registró el sector de Platense. Las tres cuartas partes de la tribuna lateral fueron completadas por el publico del Calamar, que alentó ruidosamente todo el partido.
LA gente de Argentinos se ubicó en un pequeño sector. Dicho espacio estaba también lleno, pues la visita acercó un nutrido grupo de espectadores.
Ambos sectores estaban separados por una valla divisoria. Del lado visitante, en primera fila puede observarse a Mauricio Catelani, quien conversa animadamente con Pío Fernández. A pesar de lo carca que estaban unos de otros, no hubo el menor incidente entre las hinchadas. Querer es poder...
Alberto Coronel y Cacha Sberna se saludaron con afecto, tanto antes del partido como al finalizar el mismo. Los técnicos también deben dar el ejemplo y no cabe duda que ellos lo dieron.
Platense primero posó con este numeroso grupo de chiquilines, que luego se retiraron y dejaron a los jugadores que posen nuevamente para los fotógrafos. Además, exhibieron una bandera alusiva a que el Calamar es uno de los fundadores del futsal. Efectivamente, en 1986 fue uno de los once clubes que formaron parte del primer torneo de la historia, y son los únicos, junto a Boca y River, que participaron en todas las ediciones.
Unos pocos segundos de juego transcurrían y algún problema con el reloj obligó a parar las acciones por un rato. LA intervención de la dirigencia local no se hizo esperar y luego, no hubo más dificultades en el resto del partido.
El pibe Bottini, totalmente exhausto, aguarda el final del encuentro. El jugador de Argentinos, que está haciendo sus primeras armas en primera, tuvo una noche soñada, al convertir dos goles mediante los cuales los Bichitos se imponían 2-0, habiendo sacado una ventaja clave que a su rival le sería imposible remontar.
Paul Castañarez junto a su pequeño hijo en brazos, tras 40 minutos agotadores. El ex San Lorenzo fue un pieza vital para su equipo. Con su peso ofensivo complicó a la defensa adversaria y marcó un gol muy festejado (el cuarto) por la afición de los Bichitos.
La gran figura de la noche, sin dudas, fue el Goma Ranieri, motivadísimo y responsable máximo de que la valla de Argentinos, habiendo soportado un asedio constante, cayera sólo una vez. Aquí, compartiendo un súper emocionado abrazo con el delegado Gustavo Báez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario