marzo 23, 2008

SE CUMPLEN OCHO AÑOS DE LA DESAPARICIÓN DEL LEGENDARIO COMPLEJO “FAIR PLAY”



La esquina de Conde y Enrique Martínez fue escenario de grandes contiendas de futsal. Hoy, allí se levanta un moderno edificio.

Cuando allá por el ’91 clausuraron la sede de Atlanta, el futsal fue uno de los más grandes perjudicados. Los Bohemios habían sido destacados animadores de los primeros torneos, iniciados en 1986. Jugando como locales en el magnífico estadio de Villa Crespo, habían logrado dos títulos (89 y 90), siendo protagonistas en cada campeonato que disputaron.
Por eso, la clausura de aquella sede marcó un antes y un después en el futsal bohemio que, no obstante, no bajó los brazos y gracias a un grupo de soñadores consiguió mantener de pie la actividad.
El popular Tano Colucho (aunque en su DNI figure Nicolás Lettieri) encabezaba ese grupo de apasionados. Con titánico esfuerzo adquirieron un predio en el barrio de Colegiales y, luego de algunos meses, consiguieron levantar un complejo de canchas –al que denominaron Fair Play- y que allí funcionara el futsal de Atlanta, en su nueva etapa.
Esas instalaciones le fueron de suma utilidad no sólo a los Bohemios. Toda la disciplina encontró en ellas un sitio apropiado para desarrollarse, ya que allí se disputaron infinidad de partidos y hasta se celebraron fiestas de fin de año. Atlanta, paseó por esas canchas su juego atildado, basado en figuras estelares como el arquero Carfagna, Marcelo Scheave, el Pepe Castro, Leo Magarelli, Mauricio Ferraris, Walter Sposaro, Juan Pablo Cabral, Rodrigo Petillo, Leo Ruiz o Nico Noriega, por nombrar sólo algunos. Aquellos planteles, fueron dirigidos en distintas etapas por Beto Coronel, el Tano Marigonda, o dos figuras emblemáticas del club, como el Turco Daniel El Alí y el mencionado Tano Colucho.
Un noche de marzo de 2000, en Fair Play se jugó el último partido de futsal. Jaqueados por problemas financieros, los dueños perdieron el terreno, que fue rematado.
El futsal de Atlanta entonces sufrió un nuevo revés. Durante ese año deambuló por diversas canchas y a fines de 2000, abandonó el futsal, acuciado por la crisis del país y la propia. El de 2001 fue el primer y único campeonato desde la creación de la actividad, en que los Bohemios no intervinieron.
Sin embargo, en 2002 volvieron a inscribirse. Lo hicieron en Segunda División, el equipo fue dirigido por el Turco Daniel y actuaron como locales en el remodelado Open Dorrego, debajo de la vieja tribuna de madera de Villa Crespo. La vuelta fue exitosa, porque al cabo de ese primer año, Atlanta regresó a la “A” al ganar el Reducido. Luego de ese 2003 volvió a Segunda -ya sin la dirección del Turco- dónde hoy todavía se mantiene.
Entretanto, el complejo fue demolido y en esa esquina se construyó el edificio que ilustra la nota. Bajo los escombros, quedaron sepultados las ilusiones de aquel grupo de luchadores apasionados por este deporte. En cambio, las risas, alegrías y momentos de felicidad de los que Fair Play fue mudo testigo, no se extinguirán jamás.

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